Desenredando

No soy tu activista de confianza

No soy tu activista de confianza

Como muchas otras personas afrodescendientes con perfil en redes sociales, con frecuencia recibo mensajes de gente que me escribe por diferentes motivos, entre los cuales predominan los siguientes:

  • explicarme una situación en la que se ha visto envuelta y en la que otra persona les hacía un comentario racista.
  • consultarme si un contenido que ha encontrado en redes sociales es racista o no, y de eso ya hablé aquí.
  • preguntarme por qué una conducta determinada es racista; generalmente, la apropiación cultural (si quieres saber qué es, te recomiendo este vídeo).

En el primer caso, la persona que me escribe me cuenta esa experiencia con bastante detalle, incluyendo cómo intentó rebatirlo, cómo lo logró o no y cómo se sintió al respecto. Y lo habitual es que esa persona se sienta abatida y desanimada, sobre todo si el encontronazo y la discusión ha sido con una persona cercana.

Si se trata de un contenido localizado e identificado supuestamente como racista, la persona me lo envía —en muchos casos sin siquiera advertirme de si ese contenido es violento o no— para que yo le confirme si efectivamente el contenido es racista. No lo tiene claro del todo y me escribe para que yo despeje la incógnita. En el peor de los casos, me indica que vaya a la cuenta que compartió el contenido a señalarlo como racista.

Cuando se trata de preguntarme por definiciones como la apropiación cultural, la persona me suele decir que se lo explique, o que le gustaría saber mi opinión, porque de verdad quiere entenderlo.

No soy tu confesionario

Siento que las personas que me escriben lo hacen con buena voluntad. Quieren ayudar y no tienen muy claro cómo hacerlo. Se sienten confusas. Entiendo que me escriben, sea por un motivo o por otro,  porque consideran que soy alguien con unos conocimientos o una experiencia determinadas que les pueden ayudar a salir de dudas, y busca mi validación o conformidad. Esas personas han actuado ante una situación de injusticia, han rebatido un argumento racista y sienten la necesidad de que yo les diga si lo que han hecho está bien o no. O consideran que, como comparto contenido racista, pedirme una explicación sobre un concepto no es tanto y, es más, debería hacerlo.

Este mensaje va dirigido a las personas que sienten la necesidad de acudir a mí o a otras activistas antirracistas cada vez que llevan a cabo una (sí, una) acción antirracista: no somos vuestro confesionario.

Tú te declaras antirracista, ¿verdad? Pues entonces lucha contra el racismo, porque ya sabes quiénes son las personas que, en tu entorno cercano, lo expresan. Lo sabes.

Si quieres ser de utilidad, haz eso: combate las actitudes racistas. En público, donde otras personas te vean; en privado, donde nadie te vea. En fiestas a las que te inviten. En todas partes. Cada día. A todas horas y en todas partes. Pero no vengas a contármelo porque no soy tu confesora.

Tú tienes la necesidad de que yo te anime y te diga lo bien que lo estás haciendo. ¿Te has planteado si yo tengo la necesidad de saber lo que estás haciendo? Tu mensaje me sitúa, nos sitúa a todas las personas activistas, en una situación de incomodidad. Me obligas a tener que tomar una parte de mi tiempo para reconfortarte.

Además, si eres una persona blanca, tu existencia no está marcada a diario por el racismo. Así que, cuando se te pase el disgusto, seguramente seguirás ocupándote de otras cosas. Ese es un privilegio que una persona afro como yo no puede disfrutar. Por tanto no es justo que, además de tener que gestionar y sanar mis propias experiencias racistas, tenga que cargar con las tuyas.

No soy tu blackipedia

Han acusado a Adele de apropiación cultural por su atuendo y su peinado en el carnaval de Notting Hill y me mandas la publicación por mensaje privado y me dices «me gustaría saber tu opinión». Alguien ha hablado de apropiación cultural y me escribes para pedirme que, por favor, te lo explique porque lo quieres entender.

Lo que voy a decir no es una novedad, pero creo que es una buena oportunidad para hacer un recordatorio: las personas que hacemos activismo antirracista no tenemos el deber de ser pedagógicas 24/7, a todas horas. Considero que hay un gran malentendido con respecto a eso y por eso no está mal repetirlo de vez en cuando.

Haz tu trabajo

Pretender que las personas racializadas hagamos activismo  y justificar esa imposición con que «es que, si tú no me enseñas, cómo pretendes que aprenda» es intentar escurrir el bulto y librarte de tu parte. Tienes que hacer tu trabajo. Y tu trabajo es formarte, no buscar que siempre la activista antirracista de confianza te resuelva la papeleta.

En conclusión

Plantéate por qué te consideras antirracista. Piensa cuál es la motivación detrás de tu deseo de aportar al antirracismo. ¿Lo haces por la necesidad de reconocimiento de las personas racializadas, y para desmarcarte demostrando que #NoTodasLasPersonasBlancas son iguales? ¿O lo haces porque tienes el convencimiento de que el racismo es un sistema que debe ser derribado? Solo cuando hayas encontrado la respuesta serás capaz de ponerte en marcha con tu activismo.

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