Desenredando

Adiós a Desmond Tutu

Una vela encendida delante de una fotografía del difunto arzobispo emérito Desmond Tutu en el centro civil de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. EFE/ Str
Una vela encendida delante de una fotografía del difunto arzobispo emérito Desmond Tutu en el centro civil de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.- EFE/ Str

Nos está quedando un final de año bastante trágico a nivel de referentes africanos y afrodescendientes. Hace algo más de diez días trascendía bell hooks, una referentes afrofeminista a la que le debemos mucho, y este pasado domingo falleció Desmond Tutu, religioso y activista por los derechos humanos de origen sudafricano que se dio a conocer sobre todo durante la década de los 1980, por su lucha contra el sistema de segragación del apartheid sudafricano.

Desmond Tutu fallecía este pasado 26 de diciembre a causa de una infección, aunque padecía un cáncer de próstata diagnosticado a finales de la década de 1990, motivo por el cual se veía obligado a hacer visitas hospitalarias frecuentes.
Como hice días atrás con bell hooks, este artículo es solo un intento de honrar la memoria de Tutu ahora que otra estrella brilla en el firmamento y nuestros ancestros le han recibido.

Tutu y la Nación Arcoíris

Desmond Tutu nació en un pequeño pueblo sudafricano, Klerksdorp, en 1931. Hijo de una empleada del hogar y de un director de un colegio misionero, estudió teología y terminó convirtiéndose en el primer arzobispo anglicano negro de Ciudad del Cabo. 

Desmond Tutu, igual que Nelson Mandela, fue una de las personas que lucharon activamente contra el régimen del apartheid sudafricano, al punto que su papel fue clave en el desmantelamiento de las políticas de segregación racial del país.

El papel de Tutu en la lucha contra el apartheid le hizo merecedor del premio Nobel de la Paz en 1984, y se le atribuyó acuñar el término «Nación Arcoíris» para referirse al país sudafricano, como forma de describir la riqueza de la diversidad étnica existente en Sudáfrica después del fin del apartheid. Y cuando Nelson Mandela ganó las elecciones y devino presidente de Sudáfrica, nombró a Tutu presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.

Más allá del apartheid

Afortunadamente para todo el mundo, Desmond Tutu fue una figura clave, no solo para la liberación del pueblo negro africano, sino que fue un personaje clave para el movimiento global por la paz. Siendo un clérigo perteneciente a la iglesia anglicana, sus declaraciones lo pusieron en una posición comprometida en más de una ocasión: defendía abiertamente el derecho de las personas a amar a quien quisieran —en referencia a la homosexualidad—, y defendió a capa y espada el uso del preservativo en Sudáfrica cuando, a mediados de los años 1980 el SIDA causaba estragos en el país.

Tutu no tenía pelos en la lengua. Defendió sin cortarse un pelo al pueblo palestino, y apoyaba la creación de un estado palestino. También criticó abiertamente al presidente de Zimbabue Robert Mugabe. Y, en relación con España, en 2010 pidió a ETA que terminase con los atentados, y también defendió el derecho del pueblo catalán a decidir sobre su autodeterminación.

En contra de la injusticia

Desmond Tutu fue uno de los precursores de la filosofía sudafricana Ubuntu —«soy porque somos»—, una forma de entender la vida que pone el énfasis en la comunidad por encima de los éxitos individuales. Tutu reivindicaba tres de los principios fundamentales de esta filosofía:

  • Buscar lo que nos conecta con el resto de personas
  • Saber ponerse en el lugar de la otra persona
  • Adoptar siempre la perspectiva más amplia

La filosofía Ubuntu, que se extiende cada vez más, está recogida en un libro que el propio Desmond Tutu escribió en colaboración con su nieta Mungi Ngomane, titulado Ubuntu. Lecciones de sabiduría africana para vivir mejor y nos permite acercarnos a los preceptos xhosa que regían la forma de vivir de Tutu. Personalmente, yo me quedo con este aforismo suyo que tantas veces he compartido:

«Si te mantienes neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor».

Que la tierra le sea leve.

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