Dominio público

El Senado y su importancia para el cambio (II)

Francesc Pallarés

Catedrático de Ciencia Política. Universidad Pompeu Fabra

Francesc Pallarés
Catedrático de Ciencia Política. Universidad Pompeu Fabra

La configuración electoral del Senado se determina en base a cada circunscripción y es función del partido más votado en cada una de ellas al situar como más votados a sus 3 candidatos, quedando el cuarto escaño para un candidato del segundo partido (en el caso de las 47 provincias peninsulares).

Las mayorías provinciales

Sobre esta base obtuvo el PSOE sus mayorías en los años 80 cuando fue el partido más votado en la gran mayoría de circunscripciones. De la misma manera, al arrebatar al PSOE la primacía en un conjunto de provincias, el PP pasó a ser el partido claramente mayoritario en el Senado a partir de 1993-1996.  Las provincias de Aragón, la Comunidad Valenciana, Murcia, Cantabria, Asturias, así como las de Toledo, Albacete y Ciudad Real fueron el escenario de este cambio. En 2004-2008, y a pesar de superar netamente al PP en votos, el PSOE sólo consiguió recuperar la primacía en un escaso número de provincias donde la había perdido (básicamente las tres de Aragón) y el PP mantuvo una clara superioridad de escaños en la cámara. En 2011 el fuerte retroceso del PSOE se traduce en perder la posición de más votado en 21 provincias (16 a favor del PP y 5 que fueron para CiU y PNV) posibilitando al PP ser el partido más votado en casi todas las circunscripciones (excepto las 4 catalanas, Guipúzcoa y Bizcaia), estableciendo un nuevo récord de victorias provinciales superando al PSOE de 1982. En 2015, el fuerte retroceso experimentado por el PP no le supone, sin embargo, una importante pérdida de posiciones como más votado —sólo en 7 provincias— dado un nuevo, aunque más ligero, retroceso del PSOE que sólo puede recuperar su primacía en 6 provincias —5 en Andalucía, además de Badajoz.

Las provincias de las dos Castillas, Madrid, Cantabria, La Rioja, Murcia, Navarra, Baleares, Comunidad Valenciana han sido la base para la construcción de las mayorías del PP en el Senado. Desde 1996 ha sido siempre el más votado en 25 de ellas, prácticamente todas. En principio, otorgan al PP un "suelo" de 83 escaños contando su primacía también en las circunscripciones de Mallorca y Gran Canaria, así como en Ceuta y Melilla. Si a ello se le añaden unos 15 escaños que puede conseguir como segunda fuerza en otras tantas circunscripciones así como los 20 senadores de designación autonómica que tiene en la actualidad, hace un total de 118 escaños. Así, si nada cambia respecto al 20-D, el PP estaría "de salida" a 16 escaños de la mayoría absoluta (134). Pero este escenario, que puede decirse es una "vuelta" al período 2004-2008, supone que respecto al 20-D el PP pierde la posición de primer partido en las 3 provincias de Aragón, en las andaluzas de Málaga, Granada y Almería, en Asturias, Cáceres, y en las 3 islas grandes. ¿Será así?

La reforma del Senado y de la Constitución

Todos los expertos en Derecho Público y en Ciencia Política, coinciden en caracterizar al Senado como un "híbrido extraño" subproducto de las complejas transacciones en la búsqueda de consensos en la elaboración de la CE. Pero todavía así estamos, con un Senado "transitorio" casi 40 años después de la aprobación de la CE.

En todo caso, los diversos partidos plantean la necesidad de reforma del Senado, junto a otras propuestas igualmente necesitadas de una reforma constitucional.

Así, entre otros aspectos necesitados de reforma, Ciudadanos ha propuesto introducir como Derechos Fundamentales la protección de datos personales, el derecho a la transparencia. Eliminar la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión al trono. Desconstitucionalizar la provincia como circunscripción electoral. Reducir exigencias para la iniciativa legislativa popular. Reformas en la organización territorial del Estado, (nuevo sistema de distribución de competencias, supresión del Senado y creación de un Consejo de Presidentes de CCAA, supresión de las Diputaciones).

El PSOE plantea, entre otras, reformas para clarificar la distribución competencial; el reconocimiento de los "hechos diferenciales"; la conversión del Senado en una verdadera Cámara territorial. Incorporar  el reconocimiento de la salud como Derecho Fundamental. Eliminar la referencia a la Iglesia católica en el artículo 16.3. Suprimir la discriminación de la mujer en el acceso a la Corona. Introducir limitaciones en el art. 135 sobre el equilibrio presupuestario en el sentido de poder garantizar los derechos sociales dando relevancia constitucional a un fondo de garantía del Estado de bienestar.

Podemos-IU plantean incluir como Derechos Fundamentales los derechos sociales a la vivienda digna, educación y sanidad pública. Desconstitucionalizar la provincia como circunscripción para hacer una ley electoral proporcional.  Suprimir el art. 135 sobre el equilibrio presupuestario. Reformar el Senado como cámara territorial. Además de otros aspectos necesitados de reforma constitucional.

Por su parte, el PP ha sido parco sobre este tema y se ha manifestado poco partidario de reformas ("sólo las justas") aunque parece abierto a estudiar algunas, como el sistema de distribución de competencias o alguna reforma del Senado. En cambio, no parece dispuesto a integrar derechos sociales como fundamentales, ni matizar el 135, ni desconstitucionalizar la provincia como circunscripción electoral, ni rebajar exigencias para facilitar la iniciativa legislativa popular, etc.

Con estos planteamientos y la mayoría absoluta del PP en la Cámara, ¿cómo piensan PSOE, Podemos-IU o Ciudadanos llevar a cabo aquellas de sus bastantes reformas constitucionales a las que se opone el PP que puede impedir cualquier reforma?

No es verosímil pensar que los partidos proponentes de las reformas no sean conscientes de esta situación. ¿Y entonces? ¿Sus propuestas son un brindis al sol?

 Frente a las mayorías tergiversadas

Para las reformas de la CE que puedan seguir el procedimiento "normal", las minorías de bloqueo son de 117 escaños en el Congreso (un tercio) y de 134 en el Senado (mayoría absoluta). Dado que algunas de las reformas que se proponen deberían seguir el procedimiento de reforma "agravado" la minoría de bloqueo continuaría siendo de 117 escaños en el Congreso bajando hasta 89 escaños en el Senado (un tercio).

Entiendo que no se trata de plantear esta cuestión como un frente "contra el PP", sino de evitar la desproporcionada capacidad de bloqueo de que dispone debido a la manipulación de los apoyos electorales que produce el sistema electoral. Se trataría de intentar acercar tanto como sea posible la composición política del Senado a las preferencias electorales de los ciudadanos. Es decir, que si existiera una mayoría absoluta de un partido que fuera debida al apoyo mayoritario recibido de los electores.

Tampoco se trata de querer aprobar una reforma constitucional "contra el PP". A mi parecer debe intentarse buscar el consenso más amplio posible. Pero a la hora de negociar e intentar buscar consensos no es lo mismo una situación "cerrada" en la que un actor tiene la posibilidad de bloqueo que una situación "abierta", en la  que nadie puede bloquear por sí solo.  Tener la capacidad de bloqueo supone una posición de partida de gran superioridad respecto a los demás a la hora de negociar. El problema en nuestro caso es que esta capacidad de bloqueo del PP no deriva de las preferencias políticas de los ciudadanos sino de la manipulación de estas preferencias en el sistema electoral. Y la negociación será necesaria.

La coalición de Podemos e IU no parece que por sí sola pueda conseguir evitar la hiperinflada mayoría absoluta del PP. La configuración de candidaturas conjuntas al Senado entre Podemos-IU y el PSOE ha sido rechazada por los socialistas. Existen todavía algunas fórmulas que evitaran mayorías absolutas manipuladas, tergiversadas, y por ello nocivas para el buen funcionamiento de nuestro sistema  político.

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