Dominio público

La moda tóxica se lleva este verano

Serlina Vigara

Serlinda Vigara
Ecologistas en Acción

Llega la primera ola de calor a la península y la viscosa, una fibra que se utiliza en la ropa por su frescura, ocupa la primera línea de los escaparates, aunque no la veamos. Inditex, H&M, Levi's o United Colors of Benetton cuentan con productores de materiales idóneos que se ajustan al verano. Según un informe europeo publicado esta semana, los desechos en la producción de este material tienen un impacto social y ambiental tremendamente tóxico.

El Informe Moda sucia, publicado por Changing Markets y difundido en España por Ecologistas en Acción, revela que la española Inditex se abastace de viscosa a través de fábricas que están causando grandes estragos medioambientales y sociales. La polémica llega después de que, la pasada semana, Amancio Ortega donara 320 millones para la compra de más de 290 equipos oncológicos de última generación que se instalarán en hospitales de todas las comunidades autónomas.

Los investigadores de Changing Markets Foundation reunieron pruebas en Indonesia, China e India y constataron cómo las fábricas de viscosa a las que compra Inditex (entre otras marcas) están utilizando sistemas de producción de alta intensidad química, cuyos residuos tóxicos acaban en los ríos y principales fuentes de agua de la población local.  Los autores del informe sospechan que esta contaminación ha provocado un aumento del cáncer entre los trabajadores de las fábricas y las personas que viven cerca y muchos han dejado de beber agua de los pozos por miedo a que sus familias enfermen.

No es la primera vez que Inditex, líder mundial del sector textil, está en el centro de las críticas del movimiento ecologista. A finales del año pasado, un informe de los europarlamentarios verdes, denunció que el grupo textil español habría evitado pagar al menos 585 millones de euros de impuestos entre 2011 y 2014 mediante técnicas de optimización fiscal. Pero la empresa de Amancio Ortega no es la única señalada por el informe Moda Sucia, que también denuncia las relaciones existentes entre las fábricas contaminantes y grandes cadenas de ropa europeas y norteamericanas como H&M, Levi's, United Colors of Benetton o Marks & Spencer.

La vicosa se vende como una alternativa "ecológica" al algodón y a otras fibras sintéticas derivadas del petróleo. Y podría serlo, si no se rigiese por una lógica de mercado intensiva y cortoplacista. Pero las oportunidades de negocio son demasiado jugosas: se estima un crecimiento que va de los 13.450 millones de dólares en 2016 a 16.780 millones de dólares al año para 2021. A esto hay que sumarle, además, que el mercado está tremendamente concentrado. Según lamenta Natasha Hurley, responsable de la campaña de Changing Markets, 11 empresas controlan el 75% de la producción mundial de viscosa.

Más Noticias