Dominio público

¡Queremos acoger Ya!

Dina Bousselham

Isabel SerraDiputada de Podemos en Madrid y portavoz del Consejo Ciudadano AutonómicoResponsable de Migraciones de Podemos Comunidad de Madrid

Isabel Serra
Diputada de Podemos en Madrid y portavoz del Consejo Ciudadano Autonómico
Dina Bousselham
Responsable de Migraciones de Podemos Comunidad de Madrid

Nadie abandona su hogar a menos que este? en la boca de un tiburo?n
Nadie corre a la frontera a menos que todo su pueblo lo haga también
Tienes que entender que nadie sube a sus hijos a una patera,
A menos que el agua sea ma?s segura que la tierra.
Solo abandonas tu hogar

Cuando tu hogar no te permite quedarte.
(Warsan Shire)

Este texto de una poeta somalí retrata el dolor de tener que abandonar tu hogar, tu país, tu familia. Abandonarte a ti mismo, a ti misma. Hoy queríamos reivindicar a esos refugiados y refugiadas, sobre todo refugiadas, que huyen de la guerra y del hambre, dejando atrás su historia, su familia, con un futuro incierto, con miedo y sin esperanza. Familias que se separan. Nin?os que pierden a sus padres, padres que no volverán a ver crecer a sus hijos. Historias de personas que no son números ni estadísticas, sino seres humanos despojados de su presente, condenados a un futuro incierto.

Hace tres meses la Comisión Europea dio una vuelta de tuerca más en las políticas anti-personas. Instaba a los países miembro a expulsar una cantidad enorme de personas, migrantes y refugiadas. Y a aumentar el tiempo de detención. Para lo que destinaría nada menos que 200 millones de euros adicionales para ayudar a los países en esta labor. Rápidamente el Ministro Zoido respondió anunciando la creación de tres nuevos CIES, en Málaga, Algeciras y Madrid.

La Unión Europea ha pasado de mantener un discurso de "buenas palabras" recordando nuestro pasado como refugiados y los pilares de Europa de la solidaridad y sus valores mezclado con la parálisis institucional, para después llevar a cabo abiertamente y sin ambages una política de violación sistemática de los derechos humanos que en nada o casi nada se diferencia de Trump.

Mientras estas instituciones europeas y el Gobierno de nuestro país y nuestra Comunidad demuestran que seguirán practicando el racismo institucional, el sábado Madrid mostraba su solidaridad y apoyo al respeto de los derechos humanos con una manifestación que movilizó a mucha gente con el lema "Queremos Acoger Ya". Hace unos meses Barcelona hacía lo mismo bajo el lema "Casa Nostra Casa Vostra" (casa nuestra casa vuestra). La solidaridad de los de abajo contrasta con la indiferencia de los de arriba.

Según Amnistía Internacional, hasta el pasado 5 de mayo España sólo ha acogido a 1.304 refugiados. Esto supone menos del diez por ciento de la cifra comprometida en 2015 por el Gobierno español hasta el próximo septiembre, de 17.337 refugiados.

Hoy, en un momento de incertidumbre en el que el proyecto europeo que hasta ahora conocíamos se desploma, en una época en la que la respuesta a la crisis ha sido el fortalecimiento del neoliberalismo y con éste del individualismo, en el que aparecen monstruos con proyectos xenófobos y excluyentes, no podemos permitirnos dudar de qué lado estar. Cada día es más evidente que Europa tiene que elegir entre abrirle la puerta a los refugiados, y ser solidaria y construir proyectos basados en lo común y en el reconocimiento de los derechos humanos o abrirle la puerta a la extrema derecha. Al racismo de Trump y LePen.

En la Comunidad de Madrid la presidenta Cifuentes ha puesto en práctica una vez más su política de marketing mientras es puro continuismo con González y Aguirre, con el Partido Popular y sus políticas de racismo institucional. Nada más llegar anunció la creación de la Oficina de Atención al Refugiado, para la que no había financiación y nunca la hubo (porque si se presupuestó, no se ejecutó). En nuestra comunidad se podrían hacer políticas que se niegan a hacer argumentando la falta de presupuesto cuando seguimos viendo día a día cómo han saqueado lo público con la corrupción. Un gobierno solidario y que trabaje por garantizar los derechos para todos y todas pondría a disposición de las personas refugiadas el apoyo con profesionales, bonos de comida o reforzar a las entidades que están soportando el peso de la ayuda humanitaria. O garantizar el aprendizaje de castellano, ayudar a que estas personas consigan una vivienda cuando se les ha acabado la estancia en la primera fase de acogida. O facilitar acceso a los planes de formación para el empleo, levantando el requisito de que deben pasar seis meses antes de acceder a un permiso de trabajo. Sin embargo, son todo trabas y dificultades para garantizar que nuestra comunidad no sea un lugar donde refugiarse.

Tenemos el deber de poner ya en práctica desde los movimientos sociales, desde las alternativas de abajo, y desde los gobiernos del cambio ese proyecto basado en la solidaridad, lo común y las políticas de integración. Y tenemos también la obligación de construir con una mayoría social la alternativa que no ponga más excusas y luche por la igualdad. Queremos acoger ya.

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