Dominio público

Almeida y las cuentas: un mantra venido a menos

Enma López

Concejala del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid y portavoz socialista en la Comisión de Hacienda y Personal, y de Economía, Innovación y Empleo

El alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Alemida, en un pleno del Ayuntamiento. FOTO: Sandra Armada García
El alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Alemida, en un pleno del Ayuntamiento. FOTO: Sandra Armada García

En junio del año pasado llegó la derecha a la Alcaldía de Madrid. Llegaron con todos sus mantras, especialmente uno que siempre les acompaña: que la derecha gestiona mejor la economía que la izquierda.

Ahora que ha pasado un año y medio y que en el último pleno se aprobó la cuenta general de 2019, es decir, el cierre presupuestario del año 2019, hay algunas conclusiones que podemos sacar.

Sé que 2019 suena lejano, aquel tiempo en el que nada sabíamos del coronavirus, salíamos a la calle sin mascarillas y no se nos ocurría pensar la crisis económica y social que nos venía encima. Pero resulta interesante dedicarle un instante porque es la primera foto real –no distorsionada por la pandemia- de la gestión económica del equipo de Almeida. Un año en el que gobernaron seis meses y, ya les adelanto, han caído en todo aquello que le criticaban a Manuela Carmena. De hecho, lo han hecho peor. Lo voy a contar en tres actos: la regla de gasto, la ejecución de inversiones y el superávit.

Empecemos por la regla de gasto, ese máximo que la Ley Montoro permitía gastar a los ayuntamientos, ese que el gobierno de Carmena incumplía con recurrencia. Si comprobamos la serie completa de la regla de gasto, desde 2013 hasta ahora, el PP la incumplió en 2013 y 2014. De 2015 a 2017 la incumplió el ejecutivo de Carmena que sí logró cumplirla en 2018. En 2019 la incumplió el PP, pero además la incumplió por 254 millones de euros, récord absoluto en incumplimiento de la regla de gasto que ostenta Almeida. El sensato.

Que el gobierno de Almeida (PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox) haya gastado más de lo que debiera podría llevarnos a pensar que han ejecutado muchas inversiones, pero tampoco. En concreto, han ejecutado un 44%: menos de la mitad de lo previsto. Cuando el anterior gobierno ejecutaba el 48%, les parecía intolerable, y ahora que gobiernan, las derechas aplauden la buena gestión.

Por último, el superávit. Cuando el gobierno de Carmena sacaba pecho del superávit generado, se le criticaba por ser algo que venía de suyo en la aplicación de la ley. Pues deberían verlos ahora: no solo sacan pecho, sino que han conseguido un superávit inferior a lo previsto en 150 millones de euros.

Criticaban ferozmente estos incumplimientos, y ahora vemos que incurren en los mismos errores pero con más ahínco, y siguen defendiendo que nadie gestiona lo público como ellos. Solo hay un problema: las cifras no les sostienen el discurso.

Los titulares no gestionan, no resuelven los problemas de los madrileños y las madrileñas. Los mantras tampoco. Ahora se amparan en la pandemia, pero la incapacidad de gobernar ya estaba ahí, por eso es tan importante mirar a 2019.

Y mientras tanto, los vecinos y vecinas de Madrid vemos cómo Madrid no avanza, no se transforma, no ofrece alternativas, no ilusiona.

Madrid sigue perdiendo oportunidades. Pasan los años, los presupuestos, las cuentas generales, y nada mejora. Las desigualdades no sólo siguen, sino que se agravan. El Ayuntamiento sigue tan alejado de la ciudadanía como siempre y lleno de trabas burocráticas, y a Madrid le sigue faltando un modelo de ciudad.

Nos falta esa meta colectiva hacia la que caminar y le faltan unos dirigentes que, como mínimo, sean capaces de cumplir sus propias normas.

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