Dominio público

El PCE, un partido para el futuro

Enrique Santiago

Secretario general del PCE

El Partido Comunista de España cumple cien años y la pregunta más formulada estos días es si tiene razón de ser un partido como el nuestro en el siglo XXI. En este día, en el que conmemoramos nuestro centenario, invito a reflexionar sobre si, en realidad, podemos permitirnos no tener un partido comunista en España.

Seré breve y esquemático:

Punto primero. El planeta no soporta más una forma de producción y unos niveles de consumo irresponsables como los que actualmente padecemos. Si queremos preservar lo que nos queda de planeta e invertir el cambio climático y la degradación de los ecosistemas, es hora de decir con contundencia que el capitalismo, tal y como lo conocemos, es incompatible con la preservación de la vida. Es un sistema que ha sido injusto a lo largo de la historia. Hoy, además, es temerario y suicida. La única alternativa real a un modelo tan depredador es poner en marcha un sistema alternativo, que planifique la actividad económica atendiendo a la capacidad, las limitaciones y posibilidades de planeta. Eso solo es posible mediante la intervención pública en los sectores estratégicos por parte de los gobiernos democráticos, para garantizar el acceso justo a estos para todas las personas. Ese es el programa económico y medioambiental que defiende hoy el Partido Comunista de España.

Punto segundo. Las libertades democráticas en España han llegado gracias a las luchas de las fuerzas políticas progresistas, como los recortes de las libertades y de la democracia son el resultado de las intervenciones de las fuerzas reaccionarias. Es el PCE quien históricamente ha servido de barrera contra los intentos de acabar con la libertad y derechos de nuestro pueblo. En pleno auge de un neofascismo populista, que pretende crecer retorciendo la palabra ‘libertad’ y negando la ciencia, necesitamos a quienes en nuestra historia han defendido más contundente y eficazmente las libertades y derechos de todas las personas y pueblos de España.


Punto tercero. Las ideas no viven sin organización. El objetivo del PCE será siempre la unidad de quienes coinciden en torno a una idea progresista y transformadora de España, que tenga al ser humano y al planeta en el centro de su acción política. Demasiadas veces hemos visto qué ocurre cuando pretendemos alcanzar gobiernos sin nuestra gente organizada detrás y qué ocurre cuando el poder nos señala individualmente –para ensalzarnos o para criminalizarnos- y nos aparta de nuestra organización. El PCE, con todo su bagaje y su capacidad, estará siempre dando el soporte teórico, humano y organizativo a todas las personas que también quieren alcanzar una sociedad mas justa, con toda la humildad –pero con todo el orgullo- que nos caracteriza a la militancia comunista.

Mil razones más justifican, no sólo la existencia del PCE hoy en España, sino también mi llamamiento a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país para que engrosen nuestras filas y nos ayuden a construir el Partido Comunista para el futuro, que más allá de todos los pronósticos, seguirá existiendo mientras haya una sola persona explotada en el mundo.

Por nuestro pueblo, por la democracia, por el planeta y porque seguimos siendo El Partido. Felices cien años más, compatriotas.


 

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