Dominio público

Miénteme por la ultraderecha

Ana Pardo de Vera

La carrera emprendida por el Partido Popular para hacerse con los votos de la ultraderecha ha adquirido tintes de delirio, y no me refiero únicamente al esperpento vivido con la pastora evangélica Yadira Maestre en el acto del PP el pasado fin de semana en Madrid. Un esperpento tan esperpéntico que ha desaparecido de todas las webs oficiales del partido, en una cutre versión de lo que no se nombra no existe: después de bailar El Tiburón ante las cámaras, Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso pretenden que se ignore que tuvieron como estrella invitada a una telepredicadora que se ofrece a "sanar" la homosexualidad en sus redes, entre otras aberraciones.

A nadie se le olvida -porque a la ultraderecha hay que vigilarla mucho y muy de cerca- el momento en que el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), anunció en enero de este año que su Gobierno implantaría una serie de medidas para disuadir a las mujeres que quisieran abortar, esto es, escuchar el latido fetal o mostrarles una ecografía en 4D. Hasta el PP de Feijóo entró en parada cardiorrespiratoria y guardó silencio durante demasiado tiempo. Cuando habló el líder tuvo que admitir que de eso de lo que hablaba Gallardo, nada, aunque fuera con la boca pequeña, y la consigna para el partido fue clara: echen balones fuera con este asunto. Ayuso, por supuesto, se fumó la orden de su jefe.

La presidenta madrileña anunció, a los pocos días que Gallardo lo suyo, un teléfono pro-vida que implantaría su Gobierno, un 012 para atender a "las mujeres que tengan dudas, que quieran seguir adelante con sus embarazos y que necesiten la ayuda de la Comunidad", pues para Ayuso, las embarazadas "tienen derecho a no estar solas ni presionadas por nadie". La jefa del Ejecutivo regional debió de pensar que quién era el mindundi ese de Gallardo para tratar de pasarle a ella por la (ultra)derecha y se sacó de la manga un teléfono que ya existía desde 2019; exactamente el mismo.

Una presidenta que se dice "a favor de la vida" y a la que no se le caen los anillos por mentir descaradamente a mujeres que, efectivamente, y por muchas razones pueden estar en situaciones muy complejas; pero también a quienes presuntamente pagaríamos estos dos teléfonos con nuestros impuestos, aunque solo se trate de uno. Comprobar que ambos números (012 y el creado en 2019, 900923292) son la misma línea podría parecer tan sencillo como llamar a ambos y que te contesten con la misma frase "Atención a la maternidad de la Comunidad de Madrid, soy [nombre de teleoperadora], ¿en qué puedo ayudarle?", pero hay más.


La diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid Lorena Morales ha rastreado este tema con preguntas constantes al Gobierno regional desde el anuncio del 012 provida y, más allá de la demora en las respuestas, que llegan hasta el 17 y el 24 de marzo, el resultado es que la línea telefónica es la misma, sus objetivos son idénticos, el personal ídem y no hay un presupuesto específico y diferenciado para el anunciado nuevo teléfono. Basta con seguir el trabajo de Morales y los vagos escritos de contestación del Ejecutivo madrileño, al que, por cierto, hubo que insistir bastante con el tema para contestar nada.

Se me ocurren pocas cosas peores que utilizar la gestión del Gobierno para competir por el votante de ultraderecha, es decir, por el que niega derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el del aborto en los términos científicamente consensuados, sin pastoras evangélicas ni desatinos similares por el medio. Aunque también se puede competir por el liderazgo nacional de tu partido con esos recursos y con los derechos de las mujeres. El siguiente paso es mentir y el último, mantener la mentira ante las instituciones y los ciudadanos/as para las que gobiernas. El próximo paso de Ayuso, de verdad, no quiero ni imaginarlo.

Más Noticias