El 4º Poder en Red

El Crowdfunding de las cosas

Colectivo Editorial del 4º Poder en Red

Desde que empezara la crisis, las aportaciones monetarias a los proyectos sociales han disminuido considerablemente. Las personas a quienes van dirigidos, representan otro de los sectores más afectados. Así, surgieron varios proyectos que, para intentar paliar estas carencias, recurrieron al crowdfunding, realizando campañas de micromecenazgo para recaudar fondos.

Esta forma de financiación de los proyectos sociales ha servido para mantener muchas iniciativas necesarias. Pero tiene el peligro de cambiar un principio que era asumido y ha ido perdiendo fuerza por las medidas de austeridad: que el Estado es el responsable de lidiar con las necesidades sociales y que el Estado de Bienestar no puede ser sustituido por el de la Caridad (disfrazada, eso sí, de Solidaridad).

Por todo ello se empezaron a plantear formas alternativas de solidaridad y ayuda mutua. Entre colectivos y personas, pero también entre organizaciones con fines sociales, ya sea realizando proyectos conjuntos, compartiendo costes y materiales, etc. De hecho, para realizar esos proyectos han surgido también plataformas que buscan la colaboración común. Ejemplo de ello es la red Goteo, que aspira a la financiación de iniciativas que devuelvan valor a la sociedad, o Verkami, más centrada en la producción artística pero enfocada hacia la innovación social.

En este contexto, la cooperativa Enreda planteó en mayo una iniciativa que pretende ser una alternativa a la dependencia económica: Social to Crowd, el crowdfunding de las cosas. Esta plataforma, destinada sobre todo a ONGs y organizaciones sociales, pretende ser el punto de encuentro entre éstas y particulares, para donar, reciclar y reutilizar materiales, poniendo en valor además la transparencia de todo proceso. Así, Social to Crowd minimizaría los costes en publicidad, logística y gestión de las campañas de donación que actualmente realizan las organizaciones sociales. Ayudaría a visibilizar de forma conjunta y en un mismo espacio las necesidades materiales de sus proyectos.

La idea de Social to Crowd surgió por el año 2012, cuando Rosa Montero lanzó una campaña para recoger juguetes en las navidades. Por aquel entonces, Pablo García, miembro fundador de Enreda, les ofreció ayuda gratuita y desinteresada desde la web Nosinjuguetes. Sirvió para identificar las familias que querían juguetes y las que estaban dispuestas a donarlos. A partir de ahí, en Enreda germinó una idea que ha ido concretándose hasta ser elegida entre otros cinco proyectos por la Universidad Internacional de Andalucía. En mayo entró en una primera fase de financiación, para que el equipo promotor ponga en funcionamiento la plataforma de donaciones. El funcionamiento será sencillo, según explican los miembros de Enreda. Bastará con que una ONG o entidad registrada en la plataforma dé de alta un proyecto y se marque unos objetivos mínimos, ofrezca información suficiente para hacerlo atractivo a posibles donantes y realice una lista de las necesidades materiales del proyecto. Una vez realizado esto se pasa a una segunda etapa para promocionar el proyecto. La idea es difundir una campaña, recopilar apoyos y buscar el material del listado de materiales necesarios, todo esto con información continuamente actualizada del proceso y la evolución de la campaña.

Lo que sigue a la campaña es la donación del material, así como la contribución en los costes de envío (si los hubiera) y determinar los puntos de recogida. Social to Crowd se encarga de facilitar el seguimiento de todo cuanto se envía, gestionar la campaña, actualizar la información y generar una comunidad de usuarios entorno a las distintas ideas.

El proyecto finaliza cuando se ha completado el listado de material necesario, con el valor añadido del aprovechamiento de recursos gracias a la reutilización de materiales, la transparencia en todo el proceso y la posibilidad de crear enriquecedores proyectos abiertos. Social to Crowd va a suponer un nuevo giro en el crowdfunding y la solidaridad directa. Se centra en la construcción de proyectos desde una perspectiva más allá de lo monetario, más colectiva, abierta y entregada a la misma sociedad de la que parte. Desde aquí  se puede contribuir al proyecto.

 

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