El 4º Poder en Red

¿Dónde se fue el periodismo?

José Ramón Álvaro González
Periodista y fotógrafo especializado en turismo musical y eventos culturales

Hace unos días me llegó un correo de un lector. Decía lo siguiente:

"Querido JR,

Trabajo sentado. Mano sobre mano en el ordenador. Aire acondicionado. Sillón giratorio. Confort. Paga extra. Y días vulgares, iguales, monótonos. Periodismo azul clarito, gris, casi blanco. Satisfacción 0 - Seguridad 1. Sota, caballo y rey.

Pensarás que estoy loco, pero yo creo que los locos son los otros, los que se aferran a sus vidas como quien no sale del pueblo por miedo a perderse. Esperan que la vida les conduzca, les aterra marcar ellos la dirección, no saben remar y se dejan llevar. No se cuestionan, siguen y siguen sin pararse a pensar. No quiero nada de eso. Necesito volver a sentir la pasión por contar, por conocer, por VIVIR. Me pesan los hombros, se me cae el pelo, me enojo con facilidad. Sota, caballo y rey. Me hago viejo entre cuatro paredes, bajo una luz fluorescente y con un horario fijo. Me ahogo, me consumo, no me llega el aire. Me faltan historias humanas que llenen mis relatos, las mismas que dieron origen a la maravillosa profesión periodística, las que nos conectan con el mundo. Quiero volver a contarle a la gente, lo que le pasa a la gente. Quiero sentirme vivo y bien persiguiendo una felicidad que se me escapa."

Primero me invadió la perplejidad, pero luego me sentí identificado. Eso hizo que me sumiera en una profunda tristeza, la que produce la frustración. Con todo algo más claro decidí contestarle.

"Querido amigo,

El periodismo no se ha ido, está ahí fuera. Sal a buscarlo y muéstramelo. Está esperando que te reencuentres con él  y que lo acaricies, que le digas cosas bonitas y lo utilices. Hazlo. Ve, escucha, graba, apunta, fotografía. Luego, vuelve y cuéntalo; como me decía el maestro Enrique Meneses. Tu voz se escuchará, estoy convencido. Si lo que cuentas es bueno, florecerá con poco que lo riegues. Practica, escribe, haz fotos, vídeos, ilustraciones....lo que te guste/apetezca/sepas hasta que te salgan callos. Pero sal y hazlo. No lo intentes, hazlo. Principio y fin.

Hazte un blog, empieza a publicar, tus historias se verán en todo el mundo. Será tu mejor escaparate, haz que las joyas brillen tanto en él que atraiga la vista de todo el mundo. Vístelo de manera espectacular pero sencilla. Y publica, publica, publica...Piensa, no hagas caso de los gurús que te prometen artículos en 5 minutos. Serán una mierda, seguro. Escribe, escribe, escribe...Corrige, corrige, corrige.....Edita, edita, edita....

Me da igual fotografía, vídeo, texto, dibujo, infografía....o todo junto, pero sé original, aléjate de lugares comunes que sólo te llevarán a la mediocridad, la peor de las condiciones humanas. Estudia, lee, devora a los clásicos de la fotografía, de la pintura...aléjate de lo mediocre o acabará engulléndote.

Confía en tu trabajo, no es menos que el de otro. Apunta alto, muy alto. ¿Qué es lo peor que puede ocurrir? ¿Qué te digan que no? Eso ya lo tienes, no es nada nuevo ¿Que tu trabajo no interesa? Pues a continuación preguntales el porqué. Si te responden con argumentos tendrás de donde tirar, sabrás hacia donde ir. Si te dicen que tu trabajo es una mierda, sigue insistiendo. En el fondo les interesa pero quieren ver más, quieren saber si puedes crecer.

Planteate proyectos locos. Tranquilo, luego se volverán factibles. No comiences con menudencias sino con la experiencia de tu vida, la que estás deseando hacer. Planteála y ve a por ella. Probablemente no la consigas a la primera pero te servirá para alcanzar otras metas, más inmediatas y que no sabías ni que existían.

Rodéate de gente con tu misma inquietud. Te pondrán los pies en el suelo y al mismo tiempo te motivarán más que nadie. Te comprenden. Sé crítico. Fundamenta tus opiniones y aléjate del todo vale. No te creas inferior a nadie, tampoco superior. Hazte respetar. Eso se consigue trabajando.

Olvídate de los consejos de los amigos, intentarán quitarte de la cabeza tus proyectos locos. No te entienden. No te esfuerces para que lo hagan. Pero cuando vean que se han hecho realidad querrán apuntarse al carro. No te preocupes, es normal.

No hables de algo que no hayas terminado, te restará seguridad y hará que lo vayas aplazando.

Ajusta tus gastos. Quita todo lo superfluo. Aprende a vivir con lo fundamental. Habrá para caprichos, no te preocupes. Pero todo a su tiempo, es necesario empezar de cero. Mientras haya un duro en tu cuenta no te esforzarás. Pero cuando sientas el aliento de las facturas en el cogote tu ingenio se multiplicará y tu visión se ampliará.

Véndete, añade un poco de marketing a tu trabajo y toma las redes sociales como si te fuera la vida en ellas. Date importancia: la tienes. Valórate, puedes aportar mucha riqueza a este mundo.

No pienses en pequeño. Vete de España, aunque sea virtualmente. Eres un ciudadano del mundo, no de un minúsculo país. Métetelo en la cabeza. Prueba a vender tus historias en Alemania, Estados Unidos, Colombia, Vietnam, Australia...Internet es el mejor billete que existe. Busca salida a tus trabajos. Tendrás que hacer mucho pero te ayudará a ir creciendo. Propón historias. Rechazarán las 20 primeras....no te preocupes, te comprarán la número 21.

Ahorra, viaja, busca la complicidad con el ser humano, verás las historias interesantes cuando salgan a tu encuentro. No te preocupes están ahí, esperando.

Quiero que me cuentes qué has visto. Vamos, tómate tu tiempo pero no tardes demasiado...Invítame a pasar dentro de tus relatos: quiero saber si una madre alemana quiere igual a su hijo que una en Etiopía, si la sonrisa de un niño mueve el mundo con la misma intensidad en Perú que en Australia. Acompaña a un agricultor de la Mancha y haz que me pierda entre la cebada agitada por el viento. Llévame al interior de un monasterio budista, muéstrame que tienen el mismo miedo a morir que yo. Siéntate junto al Duero, lee a Machado, escucha a Gabinete Caligari. Dime qué sientes, escupe las palabras, sin pensar, desde las entrañas.

Y, sobre todo, toma las riendas de tu destino. Decide tú. Te equivocarás, seguro. Es necesario que fracases. Que eso no te frene, sino que te aliente a continuar con más fuerza. Pega a todas las puertas de las casas en las que quieras entrar. Llama, no te cortes. Al principio no te abrirán o te preguntarán qué quieres, después serás uno más de los invitados a al fiesta.

A pesar de todo lo anterior, debes saber que engordarás, perderás el pelo y te harás viejo, pero el camino habrá merecido la pena."

Artículo publicado originalmente en Viajes, Rock & Fotos

 

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