El detonador

Voy a darle un 6 al nuevo de Arcade Fire

http://www.youtube.com/watch?v=5pp3olGyku0

Arcade Fire surgieron en 2005 con la etiqueta de gran esperanza del 'indie' americano. 'Funeral' aportaba épica, músculo y grandes estribillos a una escena siempre cabizbaja, escéptica y escondida tras capas de ruido y ropas anchas. La producción de aquel disco, casera y artesanal, concentraba la emoción desbordante y el latido romántico de unas canciones llamadas a ser gigantes, pero que ellos quisieron que sonaran pequeñas. Ese fue su secreto.

Con 'Neon Bible', el peligroso segundo disco, el giro fue tal que sonaban irreconocibles. La producción se saneó y engordó, sustituyendo el barniz artesanal por el empaste sintético. Su pulso emotivo se enfrió y sumieron los temas en atmósferas oscuras que, lejos de asustar o estremecer, les hacían sonar distantes y perdidos. El problema estaba, no obstante, en los propios cimientos: la mejor canción de 'Neon Bible' hubiera figurado como un tema de segunda categoría en su disco de debut.

'The suburbs' deshace de nuevo las expectativas creadas por el grupo en 'Funeral'. Supera a 'Neon Bible' porque tiene mejores canciones, pero no pasa de una nota de 6 sobre 10. Es pop-rock convencional, sobreproducido y disfrazado con algún brochazo 'noise' y un par de bases electrónicas. De ser este su primer disco, no se les haría mucho caso.

Las 16 canciones son un exceso. Aunque ninguna canción suene a clásico instantáneo, hay material para hacer un disco digerible de doce temas: 'Modern Man' y 'City with no children' contagian, 'Month of may' y 'Empty room' (con un punto Meat Loaf) alcanzan altas cotas de intensidad y la emocionante balada 'Wasted hours' es el tema más conseguido del álbum (ambicioso, pero sin ínfulas de grandeza).

http://www.youtube.com/watch?v=GgGMgk827l0

Arcade Fire demuestran que pueden hacer un buen disco, pero sus canciones, mucho más cerca de U2 o su adorado Bruce Springsteen que de cualquier luminaria vanguardista, han perdido tensión y actualidad. Podrían haber sido escritas en los ochenta, suenan ya a pasado dos semanas después de su publicación, mientras que en 'Funeral' esta banda nos hizo soñar con otro futuro.

Por si fuera poco, las letras zozobran entre una crítica tímida contra la sociedad moderna y confesiones autobiográficas sin sustancia que casi ni acarician. Al disco le falta intención y peca de lánguido y disperso. Podríamos conformarnos con ocho canciones pegadizas, pero acabaríamos aburriéndonos, ¿no? Mi Nokia Xpress Music ya ha dicho basta.

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