El detonador

Mola y no mola: la caja de Calamaro

Andrés Calamaro, el ínclito hiperautor hispano-argentino, hombre de egos y excesos, varón de corazón esponjoso, muy amigo de sus amigos y más todavía de sí mismo, músico brutal y genial, alumno de la escuela del riesgo -luego profesor y doctor honoris-, velocista de la droga, buscador ciego y hambriento, ser humano, en definitiva, ser humano que vivió muchas vidas en una sola y casi se salió de la pista, Andrés, la voz del millón de dólares, acaba de publicar una caja negra, voluminosa, brillante, bien empaquetada y que huele a nuevo, titulada 'Obras incompletas' (seis CDs y 2 DVDs).

Mola y no mola.

Mola porque trae medio centenar de canciones inéditas.

No mola porque de ese medio centenar hay una quincena de versiones que hace Calamaro de otros artistas (le prefiero cuando se canta a él mismo).

Mola porque rescata verdaderas joyas de las sesiones de grabación de la trilogía de diamantes: 'Alta suciedad' -'De la lluvia' es un single clarísimo-, 'Honestidad Brutal' -espeluznante 'Mal en mí'- y 'El salmón' (drum 'n' bass, spoken word, hip hop...).

No mola porque -y aquí sí que voy a ser exigente- trae tres CDs con éxitos que ya hemos escuchado y tenemos en sus discos originales. Incomprensible, sabiendo que esta caja es principalmente para fans. Dudo mucho que un neófito calamariense la compre. Empezará, lógicamente, por otro disco. Entonces, ¿por qué esos tres CDs inservibles?

Mola porque viene con un libreto bastante chulo con todas las letras, ilustraciones y los datos técnicos de las grabaciones (aunque en algunas canciones se olvidan estos detalles, con lo que se hace difícil identificar la época). Qué decir de los textos que acompañan cada canción, del propio Andrés y con firmas invitadas como Loquillo, Iván Ferreiro o nuestro amigo Coti Sorokin.

No mola la versión de estudio de 'Revolución turra' (vaya sobreproducción chunga). La versión casera que aparece en 'El Salmón' gana por goleada.

Pero mola que la hayan incluido en esta caja y así las podemos comparar (y dar la razón al Calamar argentino frente a su casa de discos, que querían publicar la otra para poder ponerla en la radio).

No mola que haya tantos temas de la banda sonora de 'El delantal de Lili'. A mí me aburren.

Mola una de las actuaciones del DVD: los cinco temas en Buenos Aires en 1999 (ver los dos vídeos). Algo portentoso. Si alguien me pregunta alguna vez qué es una banda de rock, me pensaré muy mucho si ponerle el dvd de Springsteen en Londres en 1975 o esto. Depende de quién me lo pida, haré una cosa u otra. Son seis tíos totalmente entregados a lo que hacen, una máquina de rock tóxico, creyentes de la religión de Mick Jagger, una apisonadora de decibelios, una panda de locos insobornables camino de la locura.

No molan los videoclips de tus canciones. ¡Si ya están en YouTube!

Molan los vídeos de las grabaciones post-Salmón, auténticos delirios psicotrópicos no aptos para menores. Ese momento en que se le ve en una angosta habitación, vestido con un batín azul, rodeado de sintetizadores y luces de discoteca, y sentado en una silla dando cabezadas mientras se oye un siniestro zumbido, eso es algo terrorífico. Un auténtico científico loco del sonido.

No mola que se haya dejado tantas canciones sin publicar. Sacar una treintena de canciones, de las 300 que decía que había compuesto en tres meses, es muy poco. Y las otras 270, ¿dónde están? (sólo para los que sufran de calamaritis, of course)

Mola (y asusta) 'Rivothriller', una canción en la que se dedica a leer la receta del Rivotril. Cosa dura.

Y bueno, si alguien quiere seguir el juego del Mola y no mola, pues en los comentarios. Y no os paséis con las gracietas, que os conozco.

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