El mapa del mundo

Myanmar necesita ayuda

Un periodista vio como confiscaban su cámara pero consiguió enviar su crónica y sus fotos con su móvil. Por todos lados, se intenta informar de lo que sucede en la antigua Birmania. Los turistas que regresan traen escasas noticias de lo que pudieron ver. Se sabe que en el campo se están manifestando los campesinos en apoyo de los monjes y la población de las grandes ciudades. Llegan las primeras noticias de que hay soldados y oficiales que se niegan a disparar sobre la muchedumbre en las calles de Rangún pero también en Mandalay. La muerte del fotógrafo japonés, Kenji Nagai, rematado por el mismo soldado que le había herido, ha dado la vuelta al mundo, pero son cientos los muertos entre los manifestantes. La brutalidad de la Junta Militar que gobierna el país de la manera más tiránica, se corresponde con la pasividad de Occidente que no ha querido presionar a China y la India, países que sacan pingües beneficios de Myanmar. Bernard Kouchner, ministro francés de exteriores, recomendó a Total, la petrolera francesa, seguir en Yadane extrayendo crudo, mientras se iban Texaco, Coca-Cola, Apple, Carlsberg, Shell, etc...

Una de las esperanzas del país es que la presión internacional obligue a la junta a entregar el poder a Aung San Suu Kyi, de 62 años, hija del fundador de la Birmania independiente, y Premio Nobel de la Paz. Está en arresto domiciliario desde hace 4 años. En 1990 había obtenido 85% de los votos en las últimas elecciones libres.

Enrique Meneses

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