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Repeinado, incompetente, metepatas y aristócrata: el nuevo ministro de Merkel


La primera semana en el cargo del nuevo ministro alemán de Economía, el socialcristiano Karl-Theodor von und zu Guttenberg, se ha convertido en algo así como un rayo de esperanza para sus rivales socialdemócratas a ocho meses de las elecciones federales. Guttenberg, con  37 añitos el ministro más joven de la historia en Alemania, ha destacado básicamente por su pedantería, la desconfianza que suscita su competencia económica y algunas meteduras de pata. No es poco para una sola semana.

 

El lunes día 9, la canciller democristiana Angela Merkel lo confirmaba como sucesor de Michael Glos, cansado de su cargo y con ganas de jubilarse puntualmente a los 65 años. El martes 10, Guttenberg acudió al castillo de Bellevue, en Berlín, para ser nombrado oficialmente por el presidente de Alemania, Horst Köhler. Pasaron pocas horas entre el nombramiento y la primera metedura de pata del aristócrata bávaro. Después de la ceremonia, convocó a la prensa junto con el presidente de los socialcristianos bávaros, Horst Seehofer. Casi todo el tiempo habló Seehofer, y menos mal, porque cuando le tocó el turno, Guttenberg dijo que él por la "brújula" de la "economía social de mercado", para hablar a continuación de su intención de "poner en práctica complejos de temas de economía libre de mercado". Esto fue la metedura de pata, y es preciso explicar por qué.

 

Los conservadores alemanes llevan toda la legislatura soliviantados por unos resultados electorales que, si bien permitieron a Merkel hacerse con la cancillería, les obligaron a dar un cachete a todo aquél que se atreviera a reclamar menos Estado y más economía privada. La canciller se ha perfilado con mucho esfuerzo y cierto éxito como "gobernanta social". Pero desde el pasado otoño, cuando la crisis empezó a afectar a la economía real, la CDU de Merkel ha ido acumulando además una serie de términos tabú. Como explica Ralph Bollmann en Die Tageszeitung, el primero es "capitalismo", y el segundo seguramente sea "economía libre de mercado". He aquí los dos términos opuestos: economía social contra economía libre. Cuando hablan de economía social, los democristianos alemanes invocan al canciller Ludwig Erhard y el milagro económico alemán. En otras palabras, lo que dio en llamarse "capitalismo renano" (con rostro humano) en contraposición al capitalismo pongamos de Manchester (despiadado y explotador). A Merkel ya le salió el tiro por la culata en las elecciones de 2005 cuando se presentó con un programa abiertamente neoliberal sobre el que su partido ahora mismo pasa silbando, como si no hubiera existido nunca. Es de suponer que Guttenberg permanece bajo observación especial en su propio partido, preocupado por nuevas meteduras de pata que, seguro, no tardarán en llegar.

 

Luego está la cuestión de la idoneidad de Guttenberg para el cargo. Cuando se dio a conocer su nombramiento, se destacó que el noble tiene más experiencia en política exterior que financiera y económica. Para defenderse, este noble católico repeinado hacia atrás (lo de repeinado, además, queda muy mal hoy en día, porque parece un inversor financiero) dijo que él "acompañó" el proceso de salida a Bolsa de las clínicas Rhön, propiedad de su familia, y que asumió además "responsabilidad en la nueva empresa familiar". La televisión pública alemana ARD tardó poco en descubrir que cuando se produjo esa salida a Bolsa, Guttenberg tenía... 18 añitos, y que la citada empresa familiar no es otra que la administración de propiedades de su familia, una sociedad que cuenta con... tres empleados. La sensación de que este señor nos está tomando el pelo da miedo.

 

Siguiente capítulo: su supuesta experiencia en política exterior, que nadie sabe muy bien en qué consiste (y ahora, una maldad: habría que echarle un vistazo a su currículum, aunque no creo que nunca haya tenido que rellenar muchos papeles y enviar muchas solicitudes para encontrar trabajo). Pero desde luego, parece que su tendencia a meter la pata tampoco tiene freno en ese campo. Este verano, cuando la guerra de Georgia, Guttenberg fue uno de tantos conservadores alemanes que le dieron la culpa de todo a Rusia y se mostró partidario de parar el proyecto del gasoducto del Báltico... que ahora se verá obligado a defender y acelerar desde su puesto de ministro. Pero con estas cosas ya se sabe, da un poco igual, basta con matizar lo dicho y adelante.

 

Merkel debe de estar que trina con el cambio de ministro, porque la retirada de Glos la pilló por sorpresa. De momento, la canciller no le hace mucho caso. No ha mencionado a Guttenberg en ninguno de sus discursos o intervenciones públicas sobre las medidas anticrisis.

 

En su primer discurso en el Bundestag (Cámara Baja), Guttenberg criticó a "los que usan inflacionariamente la palabra economía social de mercado". Parece que se estaba refiriendo a Merkel, que no habla de otra cosa para alejar de su imagen política el fantasma neoliberal. Ese discurso lo pronunció el pasado viernes 13 en un debate convocado a petición de los verdes sobre la "responsabilidad de liderazgo de la canciller federal en tiempos de crisis económica". Guttenberg dijo que nacionalizar bancos debe ser la "ultimissima ratio". Dos horas más tarde, el portavoz de Merkel anunciaba que el Gobierno aprobará esta semana una ley que permitirá expropiar y nacionalizar bancos. Confirmado: Merkel hace como si el nuevo ministro no existiera.

 

En resumen, lo que debería ser "ultimissima ratio" es nombrar ministro de Economía a semejante personaje en tiempos tan duros. En una semana, Karl-Theodor von und zu Guttenberg se ha convertido en la gran esperanza de la izquierda alemana.

 

Guillem Sans Mora / Berlín   

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