el pingue

Stuzzikini

 

Stuzzikini

El año pasado caminé por delante del restaurante un par de veces. La primera porque me perdí y probé suerte, la segunda porque el olor que salía de allí animaba a recrearse en el paseo. El año pasado no entré pero fijé en la agenda que si regresaba a Marbella tendría que sentarme en una mesa y probar. Y allí que nos fuimos. Horario europeo, cena a las 7:30, una de las calles del casco antiguo donde no da el sol directo y apenas si hay algarabía.

Stuzzikini

"Fregola Sarda".  A partir de ahora será uno de mis platos "del año", como dirían los gurús. Reconfortante caldo, deliciosa combinación para sorber, masticar y disfrutar. Profundo sabor. La pizza es de las mejores que he comido nunca, no exagero. A todo esto, y para empezar, dos mini focaccias. ¡Panes que hacen a diario, grandes, que cortan y reparten en cestas!.

 

Stuzzikini

Stuzzikini

Volvimos y comimos su burrata, unos raviolis de foie y trufa,.... ¡Hoy volvería a comer!. En fin, que estoy de regreso, que ya me acuerdo de Stuzzikini, que quiero que en mi ciudad haya un restaurante italiano tan "canalla y auténtico" como éste y, si no es mucho pedir, que el servicio se asemeje.

Stuzzikini

No voy a decir más. Si alguien va a Marbella y no sabe qué comer, le recomiendo que se de un paseo por este lugar. Abren sólo las tardes y, cómo no, venden pizzas de encargo. Yo ya he visto a varios jovenzuelos acudir a por ellas, lo que quiere decir que han abandonado lo industrial por lo lo selecto. O quizá, también, han descubierto que la calidad no es cara y es mejor una buena que dos.

 

 

 

 

 

 

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