el pingue

I Congreso Internacional de Gastronomía Micológica. Soria. "A ver si nos entendemos"

adriasorias.JPGCuando alguien se te acerca y te pregunta si quieres antes las buenas o las malas noticias te pones en lo peor. Bien, yo voy a empezar por las buenas.

Me parece un congreso absolutamente necesario para Castilla y León y para todos los territorios en general. Creo que la apuesta de la Junta de Castilla y León ha sido fuerte -esto ha debido de costar una "pasta gansa"- y la afluencia de público ha sido todo un éxito. La sede para este congreso, Soria,  es la idónea, el esquema  ponencia/debate/acción en general está francamente bien y los profesionales invitados son de relumbrón.

El apoyo por parte de las instituciones ha sido tremendo ya que ha inaugurado la Consejera y ha participado el presidente de la Junta de Castilla y León. Ha habido una amplia representación por parte de los medios de comunicación y la repercusión mediática, por ende, ha sido fabulosa. Y por último, los garbanzos con setas y los escabechados con los que nos obsequió Antonio González de El Rincón de Antonio de Zamora, han sido lo mejor de las comidas-degustación que se ofrecían en el intermedio del congreso.

El primer día inauguró Carlos de Pablo, hablando de setas en general y trufas en particular, ambas liofilizadas. Cocina de producto con el cerdo como nexo. Luego llegó una de las más esperadas, la de Quique Dacosta, a quien se le prestó mayor atención por parte de los periodistas y que apabulló al público en general con su Bosque Animado, su Trufa de El Montgó y con la Bruma, platos de cocina tecnológica. Vanguardia en estado puro. No habló de su libro.

Siguió Carmelo Bosque quien trabajó principalmente sólo con trufa y que realizó, entre otros platos, una especie de pastel hecho can patata, trufa, oro, torrezno y cebolla trufada que a eso de las once de la mañana, más que sugerirme despertó en mí el "instinto Paulov".

Más tarde Carmen Ruscalleda, quien como siempre no paró de hablar (con cariño). Trajo a colación la excelencia de las setas de su entorno, vindicó la trufa de verano y alabó la labor de su equipo. No vende libro ni nada.

A continuación Carlo Cracco, quien  trajo trufa blanca por doquier y que realizó una especie de ravioli hecho de patata,  relleno de trufa , unas obleas de trufa, trufa laminada en el acto,..... Por eso su ponencia se llamaba "La utopía de la trufa Blanca". No vende libro.

Cerró la mañana Adrià, quien habló de los liofilizados -esto se lo oí yo ya en el Fórum de Girona de 2007-, hizo una retrospectiva de las setas en el Bulli, hizo bromas y chascarrillos con Arzak, habló de libros de cocina y desde cuándo las setas estaban en alta gastronomía. Por supuesto, hablo del precioso libro -no conozco el contenido-  Natura que publicará su hermano Albert.

La tarde la abrío Magnus Ek, hablando, como no, de la trufa sueca. Trufa "con el mismo ADN" que la de Borgoña y preguntas más que malintencionadas para pillar al muchacho "en un renuncio". O eso me pareció. No vende libro

Arzak habló y habló, comentó que "la trufa, la patata y el huevo se llevan de cine", mandó un aviso a navegantes con la recomendación de "no hay que ser envidiosos" -¡Toma del frasco Santamaría!- y no habla de su libro.

Más tarde apareció Francis Paniego, quien me pareció que hizo "cocina real", sin divismos ni alaracas. ¡Con un libro en el mercado y no habló de ello! Muy bien, una de las mejores ponencias y que más gustó.

A continuación una clase magistral sobre setas Japonesas por parte del Maestro Tan, como le llamó Agulló, pues es el apellido más fácil que tiene el muchacho.

Al día siguiente comenzó Fátima Pérez, ponencia a la que no pude asistir pero que al parecer tuvo un gran éxito. Me alegro por ello.

Sergio Azagra habló de las Trufas. Tremendamente didáctico. Se metió al público en el bolsillo. Habló de sus libros, los cuales por cierto, tienen muy buena pinta, y realizó un par de elaboraciones curiosas.

Joan Roca, otro de los más esperados, nos habló de su nuevo restaurante y de las setas que ellos utilizan. Trajo un video y explicó en directo parte de sus creaciones. Aportó setas puestas en sal para así concentrar más el sabor, algo que no había visto antes y que me pareció bien curioso. Absolutamente impresionante. No habla de su libro.

Régis Marcon, quien casi está hasta ahora mismo buscando el vino blanco que no llegaba y que la organización tardó más de 15 minutos en traerle, fue para mí la mejor ponencia del congreso. Un tipo que desbordaba amabilidad con el público, con la gente de prácticas y que demostró que no hace falta erguirse, divinizarse, sino apasionarse, para ser feliz en este mundo de la gastronomía. Humildad, vindicación del servicio de sala, grande, muy grande y tremendamente aplaudido. No habla de libros.

Salvatore Tassa habló de la sencillez  y trajo una patata rellena de trufa. Sin más.

Frédéric Bau habló de su escuela de chocolate, del chocolate, de más chocolate, de chocolate también e hizo un postre con chocolate y morillas. Locuaz pero me dejó frío. Éste habló de Valrhona, a quien representa.

Mercedes Molina habló de MYAS. Mucha gente se dio el piro pero creo que el congreso necesitaba de esta ponencia para poner en valor este recurso natural y económico.

Luego, por la tarde, Igles Corelli nos trajo pasta, setas y trufa blanca. Además de asegurar que el cerdo ibérico italiano era anterior al español y de hablar de que el producto tendría que ser de la mejor calidad posible, se encargó de tirar por tierra, junto al presentador, a los titiriteros que introducen el risotto en un parmigiano vaciado. Él utiliza una cazuela de plata para hacerlo.

Luego llegó Miquel Márquez quien habló y habló y bueno, nos demostró que no "tiene abuela". Al parecer lleva a cabo una labor de divulgación de las setas en el entorno de su casa. Ponencia muy sexual. Habló de dejar una copa "mosaico" de setas con helado, en la mesilla de la mujer con la que has hecho el amor.(sic) Sin palabras.

gallegosoria.JPGLuego un debate sobre el vino y las setas en la que hubo de todo: el corte a uno de los ponentes,Santiago de Castro, por parte de Capel, el "divismo" por parte de Bellver al argumentar sus disertaciones, los pies en la tierra por parte de Pablo Martín y lo más aplaudido, la intervención de Carlos Gallego al centrar el debate y bajarlo a ras de tierra, aportando argumentos objetivos y fáciles de entender. Yo creo que el señor Capel no sabía quien era y se quedó alucinado. Me da que lo fichará para Madrid Fusión.

Otra de las ponencias más aplaudidas, la de Aitor Basabe. Cocina seria, fácil de entender, sin renunciar a nada pero argumentando que quien se considere adalid de la alta cocina ha de trabajar con el mejor producto, en este caso con las mejores y más frescas setas. Fantástico.

Cerró Carlos Cidón con una ponencia sobre la reología de los hongos y las posibilidades de estos. Habló de un futuro libro en el que plasmará todo ello.  Aquí ya no estaba ni el "Tato", ni Capel, ni nigún periodista así que no sé que dirán. Atentos.

En este congreso se ha hablado de trufas y a veces de setas. El primer día yo pensaba y quienes me rodeaban, que el tema era la trufa y nada más. Me ha parecido que muchas de las ponencias eran flojas y traídas y llevadas como el que vende, efectivamente, su libro. Se ha olido poco a cocina y no por culpa del extractor. La gente ha salido con dudas y en algunos casos malhumorada. La organización pasa el aprobado por los pelos, con fallos tan lamentables como el sonido, el vino de Regis Marcon, lo reducido del espacio y la falta de un programa de mano más extenso, al estilo LMG, con un resumen de lo que cada ponente va a ofrecer. Tengo la sensación de haber ido al cine a ver una película de acción descafeinada.

Me ha faltado que interviniera alguien del Ministerio de Medio Ambiente o de La Consejería para que aclarara qué está sucediendo con las setas, para que se hablara de todo lo referente a la comercialización y para que se estableciera un debate intenso sobre la gestión de los montes. Hay que recordar a los impulsores de este congreso que las setas son un recurso natural, que da trabajo, que ha de estar regulado a conciencia y que no se ha hablado nada de ello. Mal, muy mal. Me parece que ha sido una oportunidad perdida para hacer llegar a quien "mande", la necesidad de un compromiso para hacer de este regalo de la naturaleza un verdadero recurso económico, reglamentado. En Italia, al parecer, todo está regulado y ha ido bien. ¿Por qué aquí no?

En definitiva, un congreso que despertó en mí muchas expectativas pero...... Yo sugiero abrir, desde hoy mismo, un buzón de sugerencias. Todos estos congresos y más si están realizados con dinero público, deberían de tener un examen de satisfacción. Si la gente que ha organizado el evento es honesta, no estará del todo contenta. Yo les recomiendo que no escuchen sólo a las primeras filas de butacas, que escuchen también a las del medio y a las de atrás. Sería muy triste que este y otros congresos se consideraran chiringuitos comerciales de tal empresa organizadora o de aquella otra con intereses en este mundo.

Aunque quizá todo es producto de mi imaginación, como dice el mentalista. Quién sabe.

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