el pingue

Cómprame ese cacharro, perdón, ese periódico.

Arola vende botes de cocina, Mariscal cuberterías, otros te dan gadgets para picar ajo o abrir latas, y así hasta longanizas por un euro más. Cuento esto porque hoy al ir a por la prensa me he encontrado con mi kiosquera revolucionada, pidiendo cordura: "¡No quepo en el kiosco!".

Yo esto lo había visto con las revistas de moda y tal, pero nunca con periódicos "serios", hasta hace unos cuantos meses. Lo peor es dónde terminan todos estos cacharros: en el trastero, junto a los apuntes de la carrera,  el isiestriper",el "baterflaipilou" y todo tipo de cachivaches, sin olvidarnos del burro con la ropa envuelta en film, en este caso, de verano.

Ha sido entonces, viéndome reservandolos, cuando he decidido hacer una propuesta a los encargados de marketing de las editoriales: ¿Y si los domingos por la mañana regalaran churros, porras, o pan recién hecho?. Me refiero a productos de calidad, de esos por los que pagarías un euro más además de los del periódico con suplemento.

torta de aceiteUna referencia: Barra rústica o torta de aceite, mi preferida, de la panadería La Peregrina, en Carrión de los Condes. De ésta, todas las mañanas que puedo, me traigo para casa una aceitada torta caliente. No quiero contar -es mi intimidad y no quiero que la Urbano me la arrebate a no ser que quiera que se sepa- lo que siento cuando entre mis manos tengo ese disco mollar, caliente, perfumado, adictivo.
Lo digo ya, en apoyo a Carmela, la del quiosco: ¡No quiero más abridores de latas, ni botes de cristal, ni longanizas, ni cubiertos firmados, ni delantales minifalderos! Quiero masa de pan o de churros, cocida o frita, pero masa.

Más Noticias