El run run

Haidar y el caso de la baronesa Adhton

El Parlamento y la Comisión Europea se van a tener que pronunciar sobre la vulneración de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Los eurodiputados españoles Willy Meyer y Raúl Romeva, junto con otros representantes de distintos grupos, pedirán el jueves en el Parlamento Europeo que se congele el Acuerdo de Asociación y que no se celebre la cumbre UE-Marruecos ni se tramite el estatuto avanzado que tanto beneficia al régimen de Mohamed VI. En Madrid, se les han unido IU-ICV y Rosa Díez. El fundamento es claro: el artículo 2 del Acuerdo de Asociación exige el "cumplimiento efectivo de los derechos humanos". Mientras el Gobierno de Marruecos impide la entrada a su país de Aminatou Haidar –cuya vida pende de un hilo– y encarcela a los dirigentes de asociaciones humanitarias y pro derechos humanos en Smara, Dajla y otras ciudades del Sáhara –el 8 de octubre arrestó a siete que pueden ser condenados a muerte por "atentar contra los intereses superiores de la Nación" y "colaborar con el enemigo", según la fiscalía de Casablanca–, la alta representante de Política Exterior de la UE, la baronesa Catherine Ashton, se abstiene de presionar a Marruecos y de mover un dedo para salvar a Haidar. "Ya no es cuestión de preguntarse para qué la han nombrado –me dice Meyer–, sino de ayudar al presidente Rodríguez Zapatero a que el vecino del sur cumpla lo pactado".

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