A contracorriente

Un enigma llamado Lula

 

Lula es un enigma que no es fácil de descifrar. Aquellos que no logran hacerlo son devorados por él. Eso es lo que ocurrió con la derecha y con la ultra izquierda brasileñas. Más allá de la extraordinaria biografía —de carácter épico procedente de una familia pobre—, Lula supo, como nadie, descifrar las condiciones contradictorias que él heredaba de la era neoliberal y construir un modelo económico y político que ha permitido la más grande trasformación social en el que era el país como mayores desigualdades del país más desigual.

Pero, ¿qué enigma es ese? Es el de la capacidad de construir una alternativa al neoliberalismo en tiempos de absoluta hegemonía neoliberal, en escala mundial, regional y local. Lula supo traducir el planteamiento histórico del PT —prioridad de lo social— en políticas concretas, para lo cual tuvo que construir el esquema político que viabilizara un gobierno con esa prioridad, en unas condiciones difíciles pues no tenía mayoría en el Congreso.

Lula supo determinar cuales eran, antes que nadie, las dificultades a afrontar debido a la herencia dejada por el neoliberalismo. No solamente se trataba de la recesión económica, sino que también tuvieron peso la desarticulación del Estado, la apertura de la economía, la desindustrialización, el peso del agronegocio, la precarización de las relaciones de trabajo, una política externa de subordinación absoluta a los EEUU. Pero también consensos que habrían de ser mantenidos, como el control de la inflación.

Por ello, Lula combinó un ajuste de las cuentas públicas con la promoción de las políticas sociales a la centralidad de la acción del gobierno. Los que sólo miraron hacia el primer aspecto se quedaron o en la denuncia de la "traición" de Lula —la ultra izquierda— o en su fracaso —la derecha—.

Cuando la derecha y la ultra izquierda combinando sus campañas de denuncias en los medios con acusaciones en el Congreso creyeron haber derrotado a Lula —no se han atrevido al impeachment por miedo a la reacción popular, pero intentaron debilitarlo hasta derrotarlo en las elecciones del 2006—, los efectos de las políticas sociales ya se hacían sentir. Lula los derrotó y logró su reeleccion.

Combinando la centralidad de las políticas sociales, el rol activo del Estado como inductor del crecimiento económico y la prioridad de los procesos de integración regional y de los intercambios Sur-Sur, Lula logró revertir la herencia maldita que había recibido de 10 años de neoliberalismo, superar la recesión económica y articular el crecimiento económico con distribución de renta.

Esa es la clave del enigma Lula; la construcción de alternativas de salida del modelo neoliberal, aun con la herencia recibida, aun en un marco internacional con hegemonía neoliberal. Por eso la derecha fue derrotada sucesivamente en cuatro elecciones presidenciales, por eso la ultra izquierda no ha logrado constituirse como alternativa. Por eso tambien Lula acaba de hacer pública su disposición para pelear por un nuevo mandato presidencial en 2018.

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