A contracorriente

Scioli y Macri, a la segunda vuelta

 

Después de una campaña que no ha entusiasmado a los argentinos, es como si éstos le dieran una nueva oportunidad a los dos más votados, para que mejoren su desempeño durante cuatro semanas más, hasta el próximo 22 de noviembre. El clima de euforia se da en la campaña opositora, porque la mayor parte de las encuestas apuntaban a una posible victoria de Daniel Scioli en primera vuelta, con Mauricio Macri casi resignado a perder.

A pesar del apoyo total de Cristina y de ninguna escisión en el kirchnerismo, los resultados logrados por Scioli decepcionaron, en cierta medida, después de haberse acercado mucho al 40% y sacar 10 puntos a Macri. Incluso en la provincia de Buenos Aires, que fue gobernada por él, la derecha logra triunfar por primera vez. Es cierto que el candidato del gobierno, Aníbal Fernández, era alguien muy vinculado a los Kirchner y había protagonizado enfrentamientos diarios y directos con la oposición. Pero la ventaja a su favor de 8 puntos que le daban algunas encuestas, se ha revertido en una derrota significativa.

De todas maneras, es todavía temprano para los diagnósticos. También porque el tercer colocado, Augusto Massa, mantuvo y superó su votación anterior, por lo que tampoco fue decisivo el voto útil en en contra del gobierno. Hubo también otras derrotas del kirchenismo en provincias, configurando un mapa político nacional distinto al que existía y a lo que las encuestas apuntaban.

Scioli logró, al final, una pequeña ventaja sobre Macri, pero lejos de los 40 o 42% que se le apuntaba, y que lo había llevado incluso a nombrar gran parte de su gabinete, para intentar mostrar una cara más moderada y relativamente distante a Cristina. Macri es el que tuvo un resultado muy por encima del 28 o 29% que le daban las encuestas.

Ese resultado cambia incluso las proyecciones anteriores de la segunda vuelta, donde se supondría que Scioli ganaría, pero sin llegar al resultado que le permitiera una victoria en primera vuelta. En primer lugar porque el clima electoral cambia, con gran entusiasmo de la oposición, lo cual puede hacer que más votantes de Massa – que se considera peronista – puedan votar a Macri, al contrario de lo que se supondría en un clima de victoria con un buen margen por parte de Scioli. Esto se da también porque el caudal de votos de Massa fue superior al que había tenido, resultando un factor determinante en el resultado final de la segunda vuelta.

En segundo lugar, no solo baja la moral de los kirchneristas, sorprendidos y hasta desconcertados con el resultado, sino también porque pueden empezar los aciertos de cuentas, incluida la derrota en la provincia de Buenos Aires. El liderazgo de Cristina será una vez más importante para mantener la unidad en las filas del Gobierno pero también para levantar el ánimo de una militancia muy confiada hasta ahora en la victoria.

Serán las cuatro semanas más tensas y nerviosas de la vida política argentina en mucho tiempo, de aquí hasta el 22 de noviembre.

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