Tierra de nadie

La amenaza de Díaz Ferrán

Por si aún están a tiempo de salir pitando del país y ponerse a salvo, sepan que Gerardo Díaz Ferrán, el moroso presidente de la CEOE, amenaza con lanzarse de nuevo a la arena empresarial, aunque para cogernos desprevenidos no ha querido desvelar hacia qué sector orienta sus pasos. Tampoco ha precisado cuánto capital piensa invertir en la aventura, si bien éste es un tema menor para un pionero del coste cero en lo que a nóminas, impuestos y cotizaciones sociales se refiere. De hecho, sus inversiones siempre fueron un tanto atípicas, como la del nombre de su yate de 27 metros de eslora, el Leuqar, que es el de su santa al revés. La embarcación es un símbolo para los proveedores mallorquines de Vega Sicilia y de langosta.

Lo que más ha llamado la atención, sin embargo, no es el aviso del retorno sino sus sabios consejos para emprendedores, que merecerían una asignatura específica en las escuelas de negocios –"las inversiones pueden salir bien, regular, mal o fatal"-, y su  emocionado recuerdo a los empresarios que han cerrado y que, en su inmensa mayoría, "no sólo han perdido la empresa, también la casa, el coche y hasta su teléfono", grupo al que, obviamente, Díaz Ferrán no pertenece.

Es ahí donde se aprecia todo su talento. Se puede dejar en la calle a miles de trabajadores, pero esa no es razón bastante para perder el yate, el Audi 8, el teléfono, la casa o la mansión de 1.000 metros cuadrados en Calvià, a la que dedicó unos millones de euros de los ahorros familiares y para la que sí fue capaz de encontrar los 750.000 euros que le reclamaba el constructor, al que debió de confundir con un trabajador de Marsans y por eso dejó de pagarle. Un empresario con instinto, como es su caso, no se arruga ante las dificultades, y si es necesario contratarse como trabajador de su propia empresa para llevarse hasta las telarañas de la caja registradora pues se contrata uno, que a nadie se le caen los anillos por convertirse en empleado.

Contra este ejemplo de abnegación y entereza estudia la UGT interponer una querella criminal por vaciamiento empresarial y alzamiento de bienes. Lo del alzamiento ha de sonar a ironía para quien consiguió que Air Comet no levantará el vuelo nunca más. Llaman a Gerardo "empresario de medio pelo". Al menos son generosos, capilarmente hablando.

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