Tierra de nadie

El país de las oportunidades

En estos días estamos teniendo muestras de que la crisis es tiempo de oportunidades. Según nos dicen psicólogos y políticos, no importa que uno sea un peón del albañil en el paro cuando sólo se construyen los castillos del Exin y por Navidad. Lo principal es el optimismo vital y el espíritu emprendedor, porque las oportunidades están a la vuelta de la esquina. ¿Que se dedica usted a la instalación de puestos de salchichas y la gente tiene ya los perritos calientes aborrecidos? Pues monta una empresa de encuestas y espera a que Cospedal le encargue unos sondeos que vaticinen su victoria en Castilla-La Mancha. La fortuna, en realidad, es menos esquiva de lo que parece.

Es cierto que la suerte hay que buscarla, pero hay lugares como en el PP donde tiene piso y plaza de garaje. Es difícil encontrar la adversidad en este partido, en cuya cercanía se sabe que se puede morir de indigestión pero nunca de hambre. Fíjense en Aznar, su líder visionario, aumentando año tras año con dedicación y esfuerzo el nivel de los ingresos de su empresa familiar, siempre al servicio de España y de Rupert Murdoch; o en Federico Trillo, quien ha sabido complementar su salario con la defensa de esos compañeros suyos a los que pillaron con las manos en la masa o muy cerca, aunque ya no sepamos si cuando habla de la Gürtel le va en el sueldo o lo facturará en la minuta.

En el PP no es que hayan esquivado la crisis, es que la han roto la cintura. A diferencia de cualquier organización humana, no podrán encontrar allí a nadie que se queje de lo que gana, y eso que algunos de ellos, como Rajoy, no lo sepan con exactitud. No crean que son la excepción a la regla. En lo de ganar dinero hay también quien puede pero no quiere. Detengámonos en Felipe González. En la misma entrevista en la que dudaba si hizo bien al dejar con vida a la cúpula de ETA, reconocía que con esforzarse un poco en dos años podría ingresar lo suficiente para comprarse una casa, ahora que las regalan con el chopped.

Sigan el ejemplo y no dejen que se frustren sus esperanzas. Para facilitarles el trabajo, el Gobierno se propone reformar las políticas activas de empleo. Un limpiabotas podrá por fin ser ingeniero fotovoltaico y un fontanero entregarse a la nanotecnología. Cumplan sus sueños y no se limiten a roncarlos.

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