Tierra de nadie

La penúltima broma europea

Tras haber llevado a Europa al borde del precipicio económico y exigir a varios países, entre ellos España, que dieran un paso al frente, los líderes de la UE tratan ahora de convencer al respetable de que el crecimiento y la creación de empleo son sus prioridades. La fórmula mágica para superar el imposible metafísico de sorber y soplar sopa al mismo al mismo tiempo la enunciaba este fin de semana Sarkozy al presentar su tercer plan de choque contra la crisis: Francia relanzará su economía "sin gastar un céntimo" porque no puede permitirse ningún dispendio.

Esta revolucionaria estrategia por la que se pretende ganar a la lotería sin comprar el décimo había sido ya traducida al castellano, porque, aquí donde le ven, Rajoy se ha propuesto demostrar al mundo y a Carlos Sainz –"¡arráncalo Mariano, por Dios!"- que puede conducir el coche sin gasolina y con una mano atada a la espalda. De ahí que no haya ministro o presidente autonómico del PP que no pronuncie una vez al día la ya famosa frase de "hacer más con menos", constatación empírica de que el milagro de los panes y los peces no fue un hecho aislado. Los parados pueden irse preparando para estas bodas de Caná, convencidos de que se van a hinchar de ácidos grasos Omega 3 si es azul el pescado que se les sirve.

En esta filosofía se ha inspirado la idea de dedicar a la creación de empleo los fondos estructurales europeos no gastados, de los que, al parecer, nos corresponderían unos 10.700 millones hasta 2013. Como dichos fondos iban destinados a proyectos de infraestructuras y formación laboral, es decir a crear empleo, y es habitual que España apure las ayudas que le corresponden, no habrá un euro más de lo previsto, por lo que la broma es de primera división. Eso sí, acostumbrados a hacer más con menos, con lo mismo haremos maravillas.

Tan burdo es el trampantojo, que sólo una relajación en la reducción del déficit combatiría la impresión de que nos están tomando el pelo. Los llamados a esa boda milagrosa y pantagruélica harían bien en llevarse un bocadillo, salvo que quieran morirse de hambre antes de lo previsto.

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