Tierra de nadie

Bárcenas se va de vacaciones al infierno

Luis (Bárcenas) se ha cansado de ser fuerte y ha hecho lo que cualquiera en su situación: irse un par de semanas a la nieve a desconectar del mundanal ruido y sentir en el rostro, que de eso va sobrado, el aire puro del Aneto y la Maladeta. A este hombre no se le podía negar el asueto ni tomarse una copita en el Möet Winter Lounge de Baqueira, que es el sitio más chic de la estación, ideal para hacer un break y darle al Dom Pérignom con tortilla de patatas. Fenomenal, o sea.

El extesorero va esta vez con lo puesto ya que, como se recordará, las penurias de su mujer Rosalía le llevaron a pedir al juez que desbloqueara de sus cuentas 5.000 euros al mes para gastos corrientes. La prueba de que en la petición no había malicia es que ni siquiera se incluían los plazos del Land Rover Turbo Diesel de 8 válvulas modelo Vogue, un utilitario normalito de 92.000 euros, que si no es por la familia se lo queda la financiera. Se pedía sólo, y así hay que reseñarlo, lo justito para ir tirando.

Finalmente, se les dieron cuatro duros que, por cierto, no cubren ni la luz ni la calefacción de la casa de Baqueira, y eso, la verdad, no es humano porque Bárcenas habrá hecho lo que sea pero también es persona y pasa frío. Nadie sabe cómo van a arreglarse con los 300 euros para alimentación que les concedió la Audiencia cuando un menú con Möet Imperial Brut ya cuesta 100. ¿Por qué ese ensañamiento?

La Justicia tiene esas cosas. Descubre que tienes unas decenas de millones en Suiza y te embarga los bienes y los casoplones, aunque te permite seguir usándolos como si no hubiese pasado nada. Es de suponer que lo hace para que los cuides, que las viviendas cerradas no tarden en echarse a perder y luego cuesta un dineral volver a ponerlas en uso. De hecho, es muy posible que buena parte de las vacaciones se le vaya al matrimonio en chapuzas domésticas y que no saquen partido al forfait. Así no hay quien descanse.

Lo peor es que el viaje ha coincidido con la desaparición del sumario que investigaba el borrado de la memoria de los portátiles que Bárcenas tenía en la sede del PP, mil folios de nada que enseguida se traspapelan. Eso, por fuerza, te afecta. Cuando primero te borran de la lista del whatsapp, más tarde de la plantilla -por mucho que sea en diferido, luego de las conversaciones –"esa persona de la que me habla"- y, finalmente, se cepillan lo más sagrado que puede tener un tesorero en B, esto es, los discos duros del Mac y del Toshiba, la mente enseguida se pone en lo peor y piensa que lo siguiente es que te borren del mapa.

El estrés por el que ha de estar pasando esta criatura no es deseable ni para los enemigos jurados. En ese estado de nervios uno en su lugar evitaría descensos peligrosos, especialmente el Escornacabres, cuyo nombre ya lo dice todo. Para atravesar ese embudo vertical encajado entre paredes de roca hay que controlar un huevo y tener bien puestos los otros dos. El consejo, si quiere aceptaralo, cabe perfectamente en un SMS: "Luis, sé prudente".

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