Tierra de nadie

Que conste que no somos como nuestros políticos

Como es bien sabido, los españoles somos alérgicos a la corrupción y la mera proximidad con un corrupto nos produce sarpullido. Durante años millones de compatriotas han sufrido esas horribles erupciones que les dejaban la cara como un mapamundi a consecuencia de un fenómeno inexplicable: la honrada ciudadanía era tan incauta que elegía sistemáticamente a políticos muy golfos a los que luego maldecían al mirarse los granos en el espejo.

Este extraño comportamiento ha sido objeto de sesudos estudios que no han hallado fundamento razonable, y por eso, y por el cálculo de probabilidades, se ha extendido la creencia de que la clase política en su conjunto es una mafia y da igual a quien se vote porque el elegido siempre saldrá rana y con cuenta en Suiza. En definitiva, la sociedad es inocente como un bebé, no tiene responsabilidad alguna en los latrocinios que sufre y es víctima de los desaprensivos, que se hacen políticos para consumar sus fechorías.

Hace un par de años unos profesores de la Universidad de La Laguna se dedicaron a desentrañar esta maldición bíblica que ensañaba con nosotros. Estudiaron los 676 municipios que entre 2000 y 2010 habían sido tocados por casos de corrupción. Los resultados fueron los siguientes: en las municipales de 2007, un 70% de los implicados en chanchullos diversos fue reelegido. Cuatro años más tarde el partido que amparaba al alcalde salpicado por el escándalo ganó las elecciones en un 60% de estas localidades y en un 58% fue reelegido el susodicho. Puro masoquismo.

El estudio debía estar mal hecho. No podía admitirse que una amplia mayoría de esos ciudadanos tan honestos, tan bien informados y con más cráteres en la cara que la luna fuera tan rematadamente idiota ¿Acaso habrían sido drogados en el desayuno antes de depositar la papeleta en la urna? ¿Cómo iban a quejarse en el bar de lo corrupto que era el alcalde al que habían votado si antes de hacerlo ya sabían que limpiaría las arcas municipales con sidol?

Para encontrar respuesta a estas preguntas e intentar refutar nuestra imbecilidad supina, otros estudios hurgaron en la herida. Concluyeron que no es que fuéramos completamente tontos sino sólo un poco, ya que distinguíamos entre el desfalco directo y el robo con atenuantes. En esta última categoría se encontrarían aquellos casos en los que resultaba obvio que el político se lo había llevado crudo pero a cambio había producido algún beneficio colectivo, ya fuera un bien (un polideportivo, una residencia de ancianos, un hipermercado...) o un servicio. Obviamente, se presuponía que cualquier otro partido habría consumado en su lugar un atraco a mano armada.

Lo que es evidente, y esto tiene que quedar muy claro, es que los votantes españoles no tenemos responsabilidad alguna en la elección de estos desalmados. Y no es por buscar excusas. Algunos de ellos serán corruptos, sí, o indeseables machistas, que también, o sólo indeseables, pero graciosos son un rato. ¿Cómo no votar a León de la Riva en Valladolid con lo que nos reímos con los "morritos" de Leire Pajín aunque le vayan a juzgar por desobediencia dentro de unas semanas? ¿O a Rita Barberá, que hace esas burlas tan divertidas a las víctimas del Metro de Valencia y llevas esos bolsos tan elegantes de la Gürtel? ¿Cómo dejar en el paro obrero a quienes tendrían tantas dificultades para ganarse la vida honradamente?

La responsabilidad de apartar a los corruptos y a otros tipos infames de la vida pública es exclusiva de sus partidos, integrados, tal es la creencia popular, únicamente por corruptos y por tipos infames. Y si no lo hacen la culpa será suya y podremos rasgarnos las vestiduras en las encuestas del CIS. Lo más extraño de todo es que esto nos pase a nosotros, que jamás pagamos una factura sin IVA, que declaramos hasta el último céntimo en el IRPF y en el impuesto de Sociedades más todavía, que jamás aceptaríamos comisiones de un constructor y que no le birlaríamos un caramelo a un niño ni aunque fuera de fresa. ¿Qué habremos hecho entonces para merecer esto?

Más Noticias