¡Eureka!

Un dron español jubila al espantapájaros

dron

Por Christian González

Más allá de lo simbólico de la figura, presente en la literatura y en el imaginario común, el espantapájaros es un elemento muy necesario en ciertos tipos de agricultura por el daño que las aves pueden infligir a las cosechas. Hace tiempo que perdió su forma humana y se ha intentado conseguir su efecto disuasorio con muchas técnicas, desde montajes con piezas de aluminio reflectantes, hasta complejos sistemas que disparan escopetas con gas propano para hacer ruido.

Pero su jubilación definitiva ha llegado de la mano de un dron español. La empresa Fobos Solutions ha creado un UAV (vehículo aéreo no tripulado) biomimético que imita a la perfección el aspecto y el comportamiento de un ave rapaz. Sus servicios pueden ser muy útiles, no sólo en cultivos, sino también en piscifactorías o aeropuertos, donde la presencia de aves no es bien recibida.

Marcos Carrera, al frente de la compañía, explica su los detalles de su concepción. "Fobos es el dios del pánico. Deimos, el del miedo. A diferencia de los métodos tradicionales que tratan de provocar el miedo en las aves cuando ven un espantapájaros o escuchan un ruido, nosotros nos hemos basado en el pánico natural de los pájaros a un depredador", explica.

"Lo que hemos hecho es crear un avión no tripulado que imita a un ave rapaz en vuelo y que lleva una serie de sensores que multiplican ese efecto con sonidos. El vuelo es exactamente igual al que hace un  depredador, con sus movimientos y formas de atacar, y además imita el sonido de pánico que hace la especie atacada, con lo que sus congéneres piensan que alguno ha dado la voz de alarma. El realismo es total".

El aparato nace de una patente desarrollada por investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Estación Biológica de Doñana, adquirida y desarrollada técnica e industrialmente por Fobos Solutions.

"Hasta 4.000 euros al día en pérdidas"

El espantapájaros del futuro viene a remediar varios problemas, ya que la presencia descontrolada de aves puede crear un grave perjuicio económico y de seguridad en diversos campos. Carrera pone algunos ejemplos: "Hemos trabajado en la fresa, en Huelva. Algunas empresas con las que hemos colaborado nos han asegurado que en fincas de 200 hectáreas llegaban a perder 4.000 euros al día por este problema".

Las piscifactorías también sufrían este problema: "Un cormorán puede comer en torno a 400 gramos de pescado al día. Y hemos visto algunas piscifactorías con 300, 500 y hasta 1.000 individuos. Además las deposiciones de las aves también pueden contaminar el pescado. También hay que tener en cuenta que la presencia de pájaros estresa al pescado, que al ver al depredador encima, puede que no suba a comer, crezca menos, etc."

Sus creadores insisten además en lo sostenible de su solución: "Ha sido desarrollado en la estación de Doñana, por lo que es totalmente ecológico. Lo que hacemos es espantarlo y controlar la población, no los perdemos".

Fobos Solutions opera desde Vigo, donde tiene nueve trabajadores, y desde donde se desarrolla toda la ingeniería. La empresa también desarrolla otros tipos de drones y sistemas de vigilancia.

Su producto estrella ha sido financiada totalmente por capital privado "no hemos recibido ni una sola ayuda, de hecho alguna ha sido rechazada", asegura Carrea. Y ya se está vendiendo fuera de España: "Hemos conseguido los primeros contratos para exportarlos. Y el interés en latinoamérica es brutal, de hecho ya tenemos los primeros perdidos".

Fobos Solutions busca ahora mejorar los servicios que ofrece incorporando sistemas capaces de procesar imágenes y tomar decisiones desde el propio vehículo en tiempo real, sin necesidad  de transmitirlas a un servidor ni de almacenarlas en una memoria. Cuando lo consigan habrán conseguido no sólo jubilar al espantapájaros, sino también hacerlo inteligente.

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