Tinta Mintenig

GTA: el mundo cambia, amigos

gta-eva.jpg-Hola. Me llamo Eva y tengo dos hijos adolescentes que juegan al GTA.

-Hola Eva, bienvenida. Estamos contigo.

Mis hijos pasan varias horas al día con los videojuegos. Para mí, es una lucha constante, discutimos mucho y he llegado al extremo de arrancar el cable del ordenador de la pared. El GTA no me gusta, pero a ellos sí. Después de darle muchas vueltas al tema, he llegado a la conclusión de que lo único que puedo hacer es exigirles que, antes de enchufarse, cumplan con las obligaciones que tienen: deberes escolares, mantener su espacio en orden y no contestarme mal. Me ha llevado años aceptarlo, y por fin sé que sólo me queda confiar en que mi labor como madre haya sido lo suficientemente razonable como para que sepan valorar correctamente qué es el dichoso GTA. Lo que tiene de real y de irreal.

El mundo cambia, y los que tenemos hijos también debemos adaptarnos. Sin renunciar jamás, eso sí, a inculcarles a los niños los valores que creamos necesarios, hay que tener en cuenta que los videojuegos están aquí para quedarse. A veces, cuando alguien me pregunta por mis hijos y me quejo de que pasan demasiadas horas en el ordenador, me sorprende descubrir en mí misma aquel tonillo que tenían nuestros mayores cuando decían, al referirse a nosotros: "están bailando el rock&roll"

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