Bocacalle

Fraga y su venerado maestro Carl Shmitt

Yo no sé si el escritor y periodista Manuel Rivas, habitual columnista del diario El País, dará en un próximo artículo su personal visión de Manuel Fraga Iribarne, ex ministro franquista recientemente fallecido, al que creo sí dedicó algunos escritos críticos en vida, especialmente cuando su paisano y fundador del Partido Popular fue presidente de la Xunta. El periódico en que colabora, así como la mayoría de los otros diarios de difusión nacional, han sido sumamente elusivos con el periodo en que Fraga dedicó sus servicios a la dictadura, por lo que muy posiblemente ese artículo no sea ahora conveniente, dado que el fallecido fue desde el momento de su óbito, sobre todo y tal como lo acaban de mostrar casi todos los medios, un padre de la Constitución y un puntal clave de nuestra democracia.

A falta de esa columna de Rivas, recurro a una de sus obras, Los libros arden mal, publicada hace unos años, y de la que su periódico insertó un fragmento en marzo de 2006, con Fraga Iribarne como protagonista del homenaje que se le rindió en la sede central del partido único -llamado Movimiento Nacional- a Carl Schmitt, principal jurista del nazismo, condecorado e investido en esa ocasión como miembro de honor del Instituto de Estudios Políticos. Fraga, que presidía entonces esa institución -poco antes de ser nombrado ministro de Información y Turismo del general Franco- calificó de venerado maestro a Schmitt, cuyo pensamiento es hoy [1962] más vigente que nunca.

Dice Rivas: "Volvamos a Madrid, a la plaza de la Marina, en 1962. Manuel Fraga Iribarne elogia el pensamiento de Carl Schmitt, "hoy más vigente que nunca", y expone una síntesis perfecta: "La política como decisión, la vuelta del poder personalizado, la concepción antiformalista de la Constitución, la superación del concepto de legalidad... son estas cotas ganadas de las que no se puede volver atrás". Todo el discurso del director del Instituto y de la ceremonia, él mismo investido de la condición de jurista, es una apología del kronjurist. "La ley es algo así como un cañón de largo alcance", había escrito Manuel Fraga en la Revista General de Legislación y Jurisprudencia en 1944. Ahora, el jurista con visión de artillero, en vísperas de ser nombrado ministro de Información de la dictadura, coloca la condecoración en la solapa del "venerado maestro" Carl Schmitt. Y subraya emocionado que éste es "un momento culminante de su carrera". (Resto del texto).

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