El desconcierto

El nudo judicial de la XIV Legislatura

Desde bastante antes de la inauguración de la XIV Legislatura asistimos a un sordo conflicto entre el Poder Ejecutivo, que apuesta por la política para encauzar el histórico problema catalán, y el Poder Judicial, que mantiene la espada de la Justicia sobre la Generalitat y el parlamento catalán. Conflicto que va a dividir por la mitad el Poder legislativo inaugurado ayer mismo y que, por lo tanto, será una caja de resonancia del pulso del hoy caducado Consejo General del Poder Judicial, nombrado bajo el mandato de Rajoy, al Gobierno de Pedro Sánchez. Es como un auténtico nudo jurídico, más difícil de desatar que el Gordiano, que alterará sino impedirá el camino de la presente Legislatura. Compeja será, pues, la complicada tarea de la presidenta del Congreso de los Diputados a la hora de moderar los debates parlamentarios.

Incluso antes de la intervención del Rey, Meritxell Batet se encontró con el manifiesto de los 49 diputados que optaron por ausentarse justo antes del discurso del Jefe del Estado. Texto que alude de modo implícito a la falta de neutralidad de los aparatos estatales en esta controversia catalana que llevaría, en su opinión, a la casi imposibilidad de resolverla democráticamente. En este sentido el continuismo en la dirección del CNI no ayuda a despejar las dudas expresadas por estos diputados. No es un documento sobre la forma del Estado, aunque todos sean republicanos, sino sobre la gestión política que se atribuye al Jefe del Estado. Si a este escrito se suman los brazos caídos de los diputados del PNV y de la mayoría de Unidas Podemos, cuando los casi cuatro minutos de aplausos oficiales contra los 49, parece evidente la importancia de este gesto.

Pasado mañana jueves se reúne en Barcelona el presidente Sánchez con el president Torra para dar el primer paso hacia la puesta en marcha de una Mesa de Diálogo entre la Moncloa y el Palau de San Jaume. Pese a que han sido convocadas las elecciones catalanas, aunque no se haya fijado la fecha de la apertura de las urnas, es muy urgente que desde el Gobierno y el Govern se establezca un calendario de ruta con los temarios y una agenda con fechas concretas para su aprobación. De su buen desarrollo, dependerá el voto de Esquerra Republicana en el debate sobre los Presupuestos del Estado porque sin la desjudicialización de la política catalana los republicanos volverían a votar negativamente como hicieron ahora hace un año.

Simultáneamente, desde el Poder Judicial se va a continuar rectificando las decisiones políticas que no considere bien ajustadas a Derecho, según la interpretación de la derecha togada, que ya estuvo en el mismo origen de la desafección catalana. Desde que el Tribunal Constitucional burló la soberanía de los catalanes, con el fallo sobre el Estatut de Maragall en el verano de 2010, tanto el Tribunal Supremo como la misma Audiencia Nacional, el Tribunal de Cuentas o la Junta Electoral Central no han dejado ni un segundo de situar bajo su punto de mira judicial a los representantes políticos de la mitad de Cataluña. No es ninguna venganza, ni una inercia histórica, sino la urgente necesidad de proceder a un duro escarmiento que sirva de lección a los que sostienen "que lo volverían a hacer".

Gobierno y oposición van a tratar hoy de blindar legislativamente al Poder Ejecutivo que controlan por voluntad de las urnas o al Poder Judicial que controlan porque bloquean su obligada renovación desde hace ya un año. Como es muy poco probable que la mitad del Congreso menos dos diputados comparta en su totalidad la afirmación de la presidenta Batet de que en el hemiciclo no existen enemigos– a la vista del derecho penal del enemigo que se aplica sobre el soberanismo catalán–, el Poder Legislativo va a  tensarse en la misma medida que se acuerden pactos políticos que puedan normalizar la sociedad catalana. El conflicto de poderes está servido. Unos con el Poder Ejecutivo, otros con el Poder Judicial.

Mientras no se resuelva este conflicto de poderes la XIV Legislatura va a ser provisional. En tanto no se sepa el resultado de la Mesa de Diálogo y se abran las urnas catalanas, tampoco se sabrá si ese crucial test político que son los Presupuestos será aprobado. Si es que antes el Poder Judicial no ha bloqueado legalmente los acuerdos a los que pudiera llegar Sánchez con los republicanos. Entonces, si el Poder Ejecutivo ha logrado no caer en las muchas trampas para elefantes colocadas por la diestra derecha togada, que es quien hoy dirige la oposición, se habrá inaugurado realmente la XIV Legislatura ayer inaugurada oficialmente. Mientras, el legislativo reflejará públicamente las duras, sordas, ásperas y torticeras batallas leguleyas de los despachos estatales.

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