Manolo, octogenario entrenador de estrellas como Pedro Carrasco o Urtain, prepara para boxear a Esther, en el gimnasio del barrio madrileño de Vallecas. Él tiene 82 años y lleva más de séis décadas dedicado a este deporte. Ella 31, está en paro y confía en llegar a profesional.

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REPORTAJE FOTOGRÁFICO: CHRISTIAN GONZÁLEZ

Esther apoya sus brazos en el borde del ring en un descanso del entrenamiento.

Manolo se dirige a Esther para darle instrucciones durante el entrenamiento.

Manolo departe sentado en uno de los cuadriláteros del local en el que entrena a decenas de jóvenes. "Me hacen sentir más joven".

Esther lanza un derechazo a una de las peras del gimnasio de Vallecas.

Fotografías y recortes de prensa, recorren algunos de los momentos de la vida de Manolo, a la entrada del gimnasio.

Manolo posa ante la cámara apoyado en el cuadrilátero principal de la sala.

Colocando los guantes.

Esther y Manolo charlan en uno de los breves descansos del entrenamiento.

Esther posa ante la cámara, en el cuadrilátero.

Siempre atento a cada uno de los movimientos de los jóvenes que entrenan en su gimnasio, no deja ni un momento de dar indicaciones.

Esther se toma un breve descanso.

Vista general del gimnasio, en los bajos del Estadio de Vallecas.

En seis décadas dedicadas al boxeo, Manolo ha entrenado a estrellas como Pedro Carrasco, Urtain o Angel Nieto.

Esther comenzó a entrenar al tiempo que su novio. Él lo dejó, ella confía en llegar a profesional.

"Los golpes de la vida duelen más porque duran más", confiesa Esther.

Los túneles del Estadio de Vallecas conducen al gimnasio.

Recuerdos de más de seis décadas dedicadas al boxeo.

"Llegas aquí y los problemas se quedan fuera". Esther respira tras una sesión de golpes al saco.

Posando ante la cámara.