Malo Será

Federico Trillo, antes juez que portavoz

 

El responsable -y lo de responsable es una forma de escribir- del Partido Popular en materia de justicia, Federico Trillo, amenazó ayer -cuidado- con pedir explicaciones por la liberación del etarra Antonio Troitiño. Los discursos de Trillo serían graciosos si no dieran ganas de llorar. En esta ocasión, dirigió sus ataques a Rubalcaba, a quien considera responsable de que Troitiño no aparezca. Por suerte, para obtener sus tan ansiadas explicaciones, lo tiene sencillo. No tiene más que volver la vista atrás y recordar las declaraciones del ahora su líder y en noviembre de 2002 vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Entonces, en referencia a la fuga del etarra Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, manifestó: "El Gobierno no puede vigilar a persona alguna si no es con autorización judicial, so pena de cometer una actividad delictiva. [...] Me hubiera gustado que las cosas se hicieran con la diligencia debida. A partir de ahí, corresponde a otros órganos, y no al Gobierno, tomar decisiones sobre este asunto". Por si acaso no lo entiende, Rubalcaba le recordó que "es de primero de derecho". "Cuando un ciudadano tiene sus derechos intactos y no está inmerso en ninguna investigación policial, ni es objeto de ninguna sospecha, ese ciudadano no puede ser vigilado ni controlado".

Pero el único objetivo de Trillo y, por ende, de los conservadores, no es solamente el Ejecutivo. En Génova ronda un nombre desde hace mucho tiempo. El de Javier Gómez Bermúdez, el juez que presidió la vista por las falsas identificaciones de los cadáveres del Yakovlev 42-D, de las que el portavoz de Justicia del PP es el máximo responsable político. Esas que quiso barrer debajo de la alfombra junto a Aznar. Aquel caso en el que, por querer ocultar los desperfectos y las terribles condiciones del Yak 42, prefirieron engañar a las familias de los 62 españoles muertos en el accidente de la aeronave. Pese a todo y volviendo al caso que nos concierne, no fue Gómez Bermúdez quien firmó la liberación de Troitiño, sino el magistrado Alfonso Guevara. Al PP eso no le importa. Quizás hayan visto en esta la oportunidad para atacar a Bermúdez, pues él fue quien también presidió el tribunal que juzgó lo sucedido el 11-M.

Lo de Federico Trillo es una fijación con la justicia. Ya lo demostró una vez cuando era presidente del Congreso. "Que traigan la maza, Manolo, que traigan la maza", se le oyó decir en una ocasión en la que fue incapaz de hacer callar a los diputados. También en esa Cámara clamó algo que puede venir al caso para epilogar el papel de los conservadores en el caso de Troitiño. "Manda huevos".

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