Jaulas Vacías

Patente de corso para negociar con animales, personas y medio ambiente

La Unión Europea y Estados Unidos ultiman los detalles de uno de los tratados de libre comercio más grandes del mundo, el conocido como TTIP.

Más allá de la propaganda de la UE sobre los posibles beneficios, el oscurantismo con el que se han llevado a cabo las rondas de negociaciones de este acuerdo transatlántico, ha impedido que los ciudadanos sean conscientes de las consecuencias de la firma de este acuerdo comercial supone para los animales, el medio ambiente o los derechos laborales y sociales.

El Tratado de Libre Comercio permitirá, entre otras cosas, la comercialización en Europa de carne procedente de Estados Unidos, donde no se aseguran los criterios mínimos de bienestar para los animales que exigen las Directivas de la Unión Europea, o el uso de sustancias prohibidas en Europa como antibióticos, potenciadores del crecimiento y hormonas.

ternero granja industrial web

Las condiciones de vida de los animales en granjas industriales en Estados Unidos son incluso peores que en las europeas: jaulas en batería para las gallinas, terribles jaulas de gestación para cerdas y cajones para terneras recién separadas de sus madres son prácticas habituales en la mayoría de los Estados de USA, así como las pruebas de cosméticos en animales, recientemente prohibidas en Europa.

Pero no sólo los animales serán considerados como mera mercancía sobre cuyo bienestar repercutirá el peso del abaratamiento de costes: los pequeños productores locales se verán obligados a competir en una clara desigualdad de condiciones que generará un descenso en los estándares de calidad, lo que conllevará también precariedad laboral para los trabajadores implicados.

El Secretario de Estado de Comercio ya lo anunciaba el pasado 9 de julio en el Congreso: "El ITTP es el acuerdo [...] de liberalización de los mercados internacionales. [...] Tenemos que abordar y remover todas las barreras, las tradicionales de acceso al mercado, pero también las procedentes de la regulación [...]."

Resulta preocupante la firma acuerdos comerciales con países que vulneran el derecho internacional, porque de ello también depende que se mantengan los estándares medioambientales de la Unión Europea. Organizaciones como Ecologistas en Acción han denunciado insistentemente que detrás de estos acuerdos se esconde un interés en allanar el camino a la industria del fracking, modificando la Directiva Marco de Agua y otras directivas medioambientales.

La Unión Europea cederá con ello a los intereses económicos de las multinacionales, quienes están realmente detrás de la firma de este Tratado de Libre Comercio.

Así lo manifestaba el portavoz del lobby de la industria alimentaria de Estados Unidos. Se  sienten profundamente satisfechos de las negociaciones que se están llevando a cabo porque no entienden el exceso regulatorio europeo en materia de salud pública de los ciudadanos, y no consideran demostrado que lo que se hacía en Europa tuviera más garantías que la legislación de Estados Unidos en esa materia.

Los ciudadanos europeos tenemos la obligación de alzar la voz y exigir a la Unión Europea una rectificación. Debemos exigir también información clara de las repercusiones de este Tratado de Libre Comercio. No podemos sacrificar los pequeños logros legales obtenidos hasta ahora, pues se está poniendo en peligro a los animales, los derechos sociales y ambientales.

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