Entre leones

Rivera y Ciudadanos

Albert Rivera y Ciudadanos están de moda. Los resultados cosechados en las últimas elecciones catalanas han convertido a Ciudadanos en la primera fuerza política constitucionalista y la han catapultado más allá del papel de emergente.

En el debate de Salvados con Pablo Iglesias, Rivera remató la faena ganándole, según casi todos los sondeos, al líder de Podemos con cierta claridad.

En mi opinión, sin embargo, Rivera dejó entrever una cierta inmadurez detrás de una seguridad demasiado aplastante ante el catálogo de problemas nacionales. Es verdad que dio mejor en televisión que Iglesias, pero no es menos cierto que me sonó impostado, algo incluso antinatural para alguien que debería dudar de vez en cuando como señal de inteligencia.

En cualquier caso, tras el retroceso de los últimos meses de Podemos, que se desconectó de la realidad tras los buenos resultados cosechados en las elecciones municipales y autonómicas, Ciudadanos se convirtió en el tercero en discordia, en el partido bisagra capaz de pactar a diestra o a siniestra, con el PP o el PSOE a la espera.

Y, según la última encuesta de Metroscopia para El País, Ciudadanos está ya en la pelea junto al PP y el PSOE, incluso ha superado a los socialistas como segunda fuerza política en número de votos.

La volatilidad electoral de los tiempos que corren hace posible que esta misma empresa muestre una fotografía fija radicalmente diferente cada poco tiempo.

Pero me temo muy mucho que el deseo del Ibex 35 de que el 20-D arroje un Gobierno PP-Ciudadanos va a poner fin a dicha volatilidad, y la mayoría de los encuestadores cocinarán y acomodarán los resultados para satisfacer los deseos de los que pagan y mandan. Es decir, que no sea posible un Gobierno PSOE-Podemos bajo ninguna circunstancia.

Así las cosas, de ahora en adelante, en la mayoría de los sondeos se verá cómo Ciudadanos, claramente en disputa con el PP por el electorado del centro-derecha, se convertirá en la mayor amenaza no para el PP sino para el PSOE, incluso para Podemos.

Hasta una apertura de periódico presuntamente serio ha merecido esta broma de la preocupación de los socialistas por el ascenso de Ciudadanos.

¡Claro que deben estarlo por su flanco más moderado! Pero lo que no cuadra es que en el PP, por lo visto, estén encantados con el bocado en la yugular que les está pegando el partido de Rivera y por el que sigue manando un río de votos y diputados.

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