Entre leones

Jarrillo de lata

La Ejecutiva Federal del PSOE decidió retrasar el congreso socialista sine die -hasta que no haya nuevo gobierno- tras constatar con los líderes regionales que era lo más conveniente ante la posibilidad de que las elecciones generales tengan que repetirse el próximo 26 de junio.

Que este proceso interno, que hubiera finalizado a finales de mayo con el 39ª congreso, coincidiera con la precampaña electoral de los nuevos comicios aconsejaba de todas, todas esta decisión.

El sentido común y la responsabilidad son los principales pilares de este retraso, que será aprobado por unanimidad por el Comité Federal del PSOE el próximo sábado.

Sin embargo, en no pocos medios de comunicación, esta verdad incontestable se ha traducido como una nueva victoria de Susana Díaz en la guerra sin cuartel que libra la lideresa andaluza contra Pedro Sánchez.

Algunas de las terminales mediáticas más combativas de la derecha, muy susanistas con tal de debilitar a Pedro Sánchez, califican incluso de arrugamiento (bajada de pantalones) la decisión del secretario general socialista.

Y el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, se marca el pegote de hacerse en longuis y declarar que estudiarán y analizarán la propuesta de la Ejecutiva Federal y se pronunciarán en el Comité Federal. En fin, un nuevo rizar el rizo del cinismo político. ¡Juanito, picha, que el personal no se ha caído de un guindo!

Lo peor de este retraso es que el Gobierno andaluz seguirá transmitiendo interinidad sine die. Estará algo así como en funciones sin estarlo legalmente hasta que salga el sol por Antequera.

Y el intervalo puede alargarse lo que dure esta legislatura si Susana Díaz logra la secretaría general del PSOE y se empeña en compatibilizarla con la presidencia de la Junta de Andalucía.

Tal como está el PSOE andaluz, cada vez más cofrade y clientelar, a buen seguro que convierte en legítima y benéfica esta incompatible acumulación de cargos.

Así las cosas, más que una herramienta al servicio de la sociedad andaluza, que es lo que ha pretendido ser durante 30 años con sus errores y sus aciertos, el socialismo andaluz se ha convertido en un jarrillo de lata para uso y disfrute de Susana Díaz y poco más.

Empieza a ser muy preocupante este silencio de los corderos que afecta a las clases dirigentes al PSOE-A. Este chitón a la espera del reparto de nuevos cargos y esta falta de autocrítica han coincidido con una despreocupación por Andalucía, por sus principales problemas –el paro por encima de todos ellos-, que la ciudadanía andaluza percibe con la misma claridad que ve la tocata y fuga de Susana Díaz tras declararle amor eterno hace un año y pocos días.

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