Entre leones

La urgente necesidad de evitar el primer muerto

La urgente necesidad de evitar el primer muerto

Después del discurso del Rey, que sólo sirvió para echar más leña al fuego al enseñar el colmillo del Estado sin concesiones al diálogo y a los catalanes golpeados por la policía, la salida del Banco de Sabadell y CaixaBank de Cataluña ha bajado considerablemente el suflé independentista.

Y no es solo porque la pela sea la pela; es más sofisticado, más gastronómico diría yo: por muy separatista que se sea, por muy patriota catalán que se sea, con las cosas del comer no se juega, y, sobre todo, nadie vota para ser más pobre.

Por cierto, antes de los movimientos de la banca catalana, los trabajadores de la Seat, al rechazar la huelga general decretada por la Generalitat, marcaron el camino.

Estoy de acuerdo con Nicolás Sartorius, ex dirigente de CCOO y del PCE, que los trabajadores serán los más perjudicados por una eventual independencia. Y eso los compañeros del Metal lo saben mejor que nadie, ¿eh, Chimi?

Y a todo esto hay que añadir un Estado de excepción con todos sus aliños (incluido los tanques en la calle), que es lo empieza a vislumbrarse en el horizonte de una declaración de independencia unilateral.

Así las cosas, lo normal es que los sectores más moderados del independentismo reconduzcan la situación a un proceso de diálogo que permita encontrar una solución que saque a España y a Cataluña del atolladero en el que la deriva independentista de la Generalitat y la miopía e inacción política del Gobierno del PP nos han metido a todos.

En definitiva, como decía hace poco Andrés Iniesta, un futbolista del Barça en las antípodas de Piqué, hay que buscar un diálogo que nos permita vivir en paz. Ya está: así de simple.

Para que este suflé haya bajado hay que reconocerle a Rajoy que está moviendo desde el 1-O las fichas con más inteligencia que los cinco años anteriores –en verdad en ese lustro ni se acercó al tablero-, al pulsar el botón de la tocata y fuga empresarial y al aguantar las presiones –hasta de Aznar- de quienes le exigen un día sí y otro también que active el artículo 155.

Especialmente insistente está siendo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que no para de pedírselo para que se convoquen elecciones catalanas. Está cuñado, más cuñado que nunca, empieza a resultar un tanto repelente y, sobre todo, un obstáculo para el proceso de diálogo que se acabará abriendo paso. Está situando a Ciudadanos a la derecha del PP. Los únicos que comulgan con él son los dirigentes del PSOE andaluz y el cochero de Drácula. ¿Acabarán formado un nuevo partido regionalista de derechas?

Pero quien a mi juicio lo está haciendo mejor es el secretario general del PSOE. Sin dejar de estar al lado del Estado de derecho –el recurso que ha llevado al Tribunal Constitucional a suspender suspenda la sesión del Parlament prevista para la ruptura llevaba la firma del PSC-, por mucho que los tertulianos de la derecha y del susanismo siembren continuas dudas sobre el papel de los socialistas, Pedro Sánchez y los suyos no paran de tender puentes para evitar el fatídico artículo 155, para abrir una negociación que explore nuevos consensos constitucionales.

La moderación, la mesura y el sentido común acabarán imponiéndose ante un procés que sólo ha conseguido fracturar a la sociedad catalana y crispar a la española. Ahí es donde merece la pena plantarse aunque por el camino propios y extraños te quieran partir la cara.

P.D.: -Un grupo de veteranos ex dirigentes ha remitido una carta abierta afeándole al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que el grupo socialista del Congreso de los Diputados haya registrado una iniciativa para reprobar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Por supuesto, El País lo ha recogido como si se tratara de tres cuartos de una página de publicidad de pago, y le ha hecho una llamada en portada.

Lo de Aznar enmendándola la plana a Rajoy lo ha despachado en un faldoncito muy discreto.

En fin, otra exhibición de periodismo de luces cortas y de papel de prestamista. Nuevo periodismo por los cojones. Otro pago de la medalla de Andalucía. ¡Joder, ni el ditero de mi pueblo se alarga tanto!

Dicho esto, estos señores del PSOE están en su derecho de firmar la carta que consideren oportuna. Su decisión no deja de ser un ejercicio de libertad de expresión. Pero a la vez representa un acto de deslealtad para con su partido y para con su secretario general, muy en la línea marcada por la lideresa andaluza, Susana Díaz, y algunos otros barones socialistas que perdieron las primarias y que se comportan como unos perfectos secesionistas frente a la máxima autoridad socialista.

Pero si esos ex dirigentes no entienden que la iniciativa del PSOE tiene toda la razón de ser dentro de la lógica parlamentaria –es decir, intentar reprobar a quien ha sido de facto la ministra para asuntos catalanes en los últimos años, la principal responsable del grave error que supuso la intervención policial el 1-O tiene todo el sentido, la que maneja los medios de comunicación y el CNI-, más les vale buscar cobijo en otras opciones políticas.

Por ejemplo, los diputados socialistas Eduardo Madina y Antonio Trevín dejaron sus escaños por discrepancias con Pedro Sánchez.

Y que conste que, en mi caso, yo le tengo ley a Soraya. En el pasado, cuando la carcundia pepera la tachó de novicia con ánimos de ofenderla, la defendí políticamente. Aparte, me cae personalmente bien. Pero lo cortés no quita lo valiente.

-Por cierto, los primeros días arrojaron heridos en los dos bandos. Ojalá el parte de guerra se acabe ahí y no haya que lamentar ningún muerto. Porque España y Cataluña no valen tanto como la vida de un ser humano. De esto, de evitar lo que dicta la crónica de una muerta anunciada, van las ansias de diálogo y entendimiento por las que clama la mayoría de españoles y catalanes.

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