Entre leones

Es un primo de la OMS

El negacionismo que ha llevado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y a la vicealcaldesa, Begoña Villacís, a cargarse Madrid Central no puede ser un ataque de Vox.

Detrás de una decisión que afecta a la salud pública de una parte importante de los 3,1 millones de personas que residen en Madrid capital, tiene que haber un argumento que explique tanta estupidez en tan poco tiempo.

Debe ser algo así como que un tipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), emparentado con altos cargos del PP, Ciudadanos y Vox a la vez, ha debido demostrar científicamente pero en privado que la polución no afecta a la mortalidad y la morbilidad de los votantes de derechas.

Es decir, de los 14,83 muertos diarios que provocan los malos humos ni uno solo es derechas, ni el 0,83; son todo tipos de izquierdas hasta las decimales, gente progre, obreros del Metal, mariquitas azúcar, machorras, agnósticos, ateos, seguidores del Papa Francisco, vecinos,  votantes de cualquier formación sospechosa de no ser facha y española al 100x100.

Por supuesto ese tipo de la OMS es un primo, de la saga de los primos de Mariano Rajoy; sí, de aquel primo químico que le contó al presidente gallego que ‘ná de ná’ lo del cambio climático. ¡Paparruchas, Marianín!

Así las cosas, Almeida y Villacís, al igual que Ortega Smith, están convencidos que la contaminación es buena para sus votantes. Las enfermedades respiratorias –asma, EPOC, cáncer de pulmón-, los infartos de miocardio, las enfermedades neurodegenerativas, diabetes del tipo 2, alternaciones en la espermiogénesis y la capacidad cognitiva solo afectan a todos aquellos que ni los votan ni los votarán.

Para los suyos, según el estudio del primo, la exposición a mayores niveles de NO2, partículas PM2, partículas PM10, ozono, dióxido de azufre y benzopireno, entre otras porquerías, los convierte en ciudadanos estúpidos pero tremendamente felices, porque van a poder aparcar donde les dé la gana y como les dé la gana. ¡De Aravaca y Pozuelo, al cielo! ¡Viva el vino!

Asesorados por el primo hasta en el más mínimo detalle, el nuevo alcalde y la nueva vicealcaldesa se colocaron en el tramo de la calle Galileo, frente al Centro Cultural, para quitar cuatro bancos y otros tantos maceteros por ser en sí mismos subversivos y peligrosos para integridad moral del barrio.

No tuvieron compasión y no atendieron ni la petición desesperada de algunos de algunos vecinos, que reclamaban que no se llevaran ni bancos ni las flores. Hasta las risas les mangaron.

Y la zona precintada con cinta de la Policía Local como si fuera el escenario de un crimen. Bien visto, lo fue y con acta de concejal, ¿no?

Que los muchachos del PP y de Vox sean tan negacionistas, pues la verdad es que no me sorprende mucho. Pero que los de Ciudadanos estén haciéndole la ola a los descerebrados que niegan la evidencia del cambio climático es indignante, es un engaño de tal calibre que sería deseable que lo pagaran en las urnas a las primeras de cambio.

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