Entre leones

El macutazo

Enric Juliana suele decir pocas tonterías. Siempre ha sabido cultivar sus contactos en las altas esferas y el clan de Iván Redondo le debe estar más que agradecido por alguna que otra laudatoria en La Vanguardia. Por lo visto, la manteca ‘colorá’ y los perros de agua tienen un gran recorrido político.

Así las cosas, que este periodista capitalino haya soltado un bombazo adelantando (especulando) que se avecinan cambios en el Gobierno y el PSOE merece algún comentario a pie de página.

En concreto, apunta que Margarita Robles se marchará al Tribunal Constitucional, y que Susana Díaz será relevada por el diputado jiennense Felipe Sicilia. Eso sí, la otrora lideresaandaluza ocupará la cartera de Defensa como puente de plata.

A mí me preocupan varios asuntos sobre este disco dedicado, que no sé si es un globo sonda, una parrafada de fuego amigo o directamente un misil contra Sicilia.

En principio, que Pedro Sánchez se monte una crisis de Gobierno tras aprobar los Presupuestos no me extraña: demasiados ministros y ministras merecen un confinamiento definitivo. No doy nombres porque me extendería demasiado.

Pero que prescinda de Margarita Robles, lo mejor libra a libra de un Gabinete manifiestamente mejorable, para colocarla de vocal en el Tribunal Constitucional, me parece una torpeza. En los tiempos que corren prescindir de los mejores es una señal de miopía política irreversible.

En cuanto a la sustitución de Susana Díaz por Felipe Sicilia en el PSOE andaluz por la vía leninista y asturiana del grupo parlamentario, pues me parece que alguien quiere robarle la cartera (con el carné dentro) a los militantes andaluces. Si la iniciativa llevara el sello de Paco Reyes, sí sería cosa seria.

Y si encima la operación se quiere completar colocando a Susana Díaz como ministra de Defensa, es para pedir asilo político en el Sahara Occidental. Por cierto, si se consuma la ocurrencia, no estaría mal –con el único objetivo de paliarla con una distancia considerable- que le pusieran el cuartel general en Sidi Ifni, capital del antiguo territorio español de Ifni. Según Wikipedia, la base económica de la ciudad es la pesca y los cultivos de argán e higos chumbos. Un emporio para quien llegó a ser considerada una mujer de Estado hasta por el propio Juliana, casi infalible en sus macutazos.

Desde allí puede mandar en España y en toda la región de Guelmim-Río Noun, en todo el sudeste de Marruecos, embutida en un uniforme impoluto de sargento chusquero de Infantería de Marina.

Dicho esto -en un tono que pretende rozar el esperpento que me provoca esta forma de hacer política-, me pongo serio: Margarita Robles, por la salud mental de los sufridos votantes socialistas, debería seguir antes que todos los miembros del Gobierno –y digo todos-, aunque fuera como ministra del Aire, y la sustitución de Susana Díaz al frente del PSOE andaluz compete a los militantes, no a las mesas camilla o a los aprendices de brujo.

No dudo que Felipe Sicilia puede ser un buen secretario general, incluso un extraordinario candidato a la presidencia de la Junta. Pero no es el único. Ahí está el senador Antonio Gutiérrez Limones, el diputado de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o el alcalde Juan Espadas. Y otros...

Eso sí, para conseguirlo es necesario postularse y convencer a los militantes. No se puede estar eternamente detrás de la mata, toreando de salón hasta que cuatro sobresalientes de la Ejecutiva Federal te saquen a hombros por una media verónica en Casa Manolo. Hasta ahora nadie ha dicho esta boca es mía de forma alta y clara; nadie ha criticado el desgobierno en que está inmerso el PSOE andaluz; nadie quiere señalarse para ser el futuro secretario general de los socialistas andaluces. Y por ahí se empieza, por dar un paso adelante con más convicción que padrinos.

Pedro Sánchez labró su carrera a la secretaria general en solitario –más solo que la una- y a golpe de sangre, sudor y lágrimas: todavía me acuerdo de una Feria de Sevilla donde Susana Díaz amenazó con no acudir a la caseta de la Cadena SER si permanecía allí su secretario general.

Y sabrá comprender que la elección del líder de los socialistas andaluces es asunto exclusivo de los militantes y de nadie más. Si no lo entiende, peor para él, ¿no?

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