La revuelta de las neuronas

Carromero como metáfora del gobierno

carromeroTodos conocemos a Ángel Carromero como ese miembro del Partido Popular, que acumulaba multas de tráfico por exceso de velocidad y había perdido todos los puntos del carnet de conducir, antes de chocar el coche donde murió Oswaldo Payá. Carromero empezó a estudiar en ICADE una doble titulación en Derecho y Administración de empresas que nunca fue capaz de finalizar, solo tiempo después, ya con cargo en el PP, consiguió su título de Derecho con casi 30 años en la Universidad Católica de Ávila. Carromero es un apadrinado de Aguirre y debido a su gran esfuerzo y meritocracia liberal tras su gran actuación en Cuba, actualmente ha sido premiado como  secretario general de la formación juvenil del Partido Popular, es decir, el número 2 de las NNGG de Madrid. No sabemos muy bien cuál es la formación que imparte Carromero a los cachorros del PP, pero viendo la cantidad de chiquilladas a las que nos acostumbran los miembros de NNGG, habrá que ver si con Ángel como cabeza pensante desde su piso en el Retiro, van a mejorar. Por todo ello Carromero, liberado del partido popular desde los 23 años, gana 50.474 euros al año, una cifra acorde a lo que suelen cobrar quienes tienen su edad en este país y que sobre todo, se justifica por sus grandes méritos.

Pero Carromero solo es una metáfora que sirve para ejemplificar cómo se gobierna en este país y también, para desmitificar toda esa retórica barata en torno al libre mercado y sus virtudes. Virtudes liberales que siempre se quedan en la teoría y nunca se ponen a la práctica, pues el mejor aliado para un liberal ha sido y es, tener el control de las instituciones públicas. Aquí tenemos a Percival Manglano, hijo del Barón de Terrateig, ex Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid donde ganaba más de 100.000 euros al año de dinero público. Ignacio González, actual Presidente de la Comunidad de Madrid, hijo de un funcionario franquista hoy enchufado en el Senado, él mismo también es funcionario desde 1984 y lleva trabajando en la Administración Pública desde hace más de 20 años. Por supuesto Esperanza Aguirre, Condesa consorte de Bornos, funcionaria desde 1976, a la que no se le conoce ninguna actividad que no esté relacionada con la Administración Pública. Todas personas hechas a sí mismas con su esfuerzo y tesón, todos paladínes del liberalismo español. Aquí hay que destacar esa frase del anarquista italiano Errico Malatesta de principios del siglo pasado, para recordarles a todos esos liberal-burócratas que componen nuestra lumpen-oligarquía, que los que no trabajan y no han trabajado nunca, hablan siempre en nombre del trabajo.

La lista podría ser interminable, pero la lógica siempre es la misma: vivir de lo público, denigrar su función pública y colectiva, favorecer a los intereses privados, denunciar que lo público no funciona, volver a favorecer los intereses privados. Es la profecía autocumplida. Ocurre lo mismo en más casos, como en la sanidad, donde  Duran i Lleida, que critica el PER jornalero, pero calla con el PAC terrateniente y se aloja en el Palace, sentenciaba: la sanidad es insostenible. Quizás, lo que debería haber dicho, es que los servicios públicos se financian principalmente con los impuestos del salario, pero si el peso del salario sobre el conjunto del PIB no deja de descender -(54,5% en 2006, 46% en 2011 44,7% en 2013 a 31 de marzo-, y si además la brecha entre los salarios medios más altos y los salarios más bajos se supera en 10,58 veces, o los millonarios aumentan un 13% en el último año, claramente es insostenible. Uno puede asumir la dictadura totalitaria del "es lo que hay", o puede optar por la democracia y modificar las condiciones de partida que provocan esta situación. Eso significa asumir que existe el conflicto entre los que se enriquecen gracias a lo que otros se empobrecen. Cualquiera que venga con el cuento de que hay que buscar "lo que nos une", no hace otra cosa más que ocultar la desigualdad de partida y apuesta por una unión entre señores y siervos. Mientras que en 2012 el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, recibió un total de 9,67 millones de euros, el 40% de los contratos temporales firmados en 2013 duran menos de 1 mes. Mientras que en 2013 aumentaba la cifra de multimillonarios a 402.000 personas, el 16,9% de los hogares españoles manifiesta llegar a fin de mes con "mucha dificultad" y el 45,8% de los hogares no se puede permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año.

Pero la hipocresía no es únicamente socioeconómica, el gobierno está totalmente anestesiado ante cualquier postulado de tipo ético. Se llena la boca para hacer demagogia y hablar de cadena perpetua, hace como que se indigna con la resolución Europea sobre la doctrina Parot y se ruboriza al ver en la calle a violadores y miembros de ETA. Al mismo tiempo, el gobierno indulta a Mossos d’esquadra doblemente condenados por torturas y hace todo lo posible por indultar a un Kamikaze condenado por asesinar a una persona en la AP-7. Curiosamente, el bufete del hijo de Gallardón era quien llevaba la defensa del kamikaze, pero parece ser, a ojos del gobierno, que torturadores y kamikazes no suponen un peligro para la población.

Se va 2013, otro año más con un gobierno que nos hunde en la servidumbre, un gobierno que impone el miedo como única forma de expresión, un gobierno que  defiende la vida cuando todavía no ha llegado, pero la recorta cuando existe, un gobierno que empobrece a los más y enriquece a los menos. Un gobierno que parece estar conducido por Ángel Carromero y ya sabemos cómo conduce. En 2014, dejémonos de ilusiones porque no van a cambiar, seguro que van a empeorar, no busquemos que Coca-Cola nos "destape la felicidad", mejor preparémonos para luchar.

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