La revuelta de las neuronas

La primavera huele a cambio

pablo-carmenaEsta campaña es la más vivida desde hace décadas. Hace demasiados años que no existía la posibilidad de modificar los equilibrios de poder a favor de la mayoría. Las instituciones huelen a cerrado, están llenas de polvo y les han salido telarañas. Se han pensado que eran suyas. Ahora existe una posibilidad real e histórica de ventilar la casa común de la ciudadanía. Nos hemos acostumbrado tanto a la mediocridad, al enchufismo, al despilfarro y la corrupción, que hemos llegado a pensar que no puede haber otra política. Su temor es que una vez se haya esfumado la campaña del miedo y las alarmas del apocalipsis, se revele que el cambio era posible y que es mejor y beneficia a todos y todas, también a los votantes del PP.

Lo vemos en cada acto, en cada aplauso, en cada mirada, en cada cartel pegado, en  cada carta buzoneada ser percibe el cambio porque la primavera huele a cambio. Lo tenemos ahí, lo tocamos con la punta de los dedos. Esperanza Aguirre tiene razón, si gana Podemos se acaba la democracia tal y como la conocemos: se acaba eso de robarle el voto a los jóvenes y a los no tan jóvenes que se ven obligados a marcharse del país. Se acaba eso de  engañar ancianos y se acaba lo de comprar votos. Se acaba eso de hacer de las instituciones tu patio privado donde tus amigos empresarios, muchos de los cuales están ahora imputados por la justicia, tengan concesiones públicas y le compran cosas a tu marido para que las paguemos con el dinero de todos. Se acaba eso de infantilizar la democracia y pensarla a espaldas del único y verdadero soberano, la gente.

En Madrid solo hay un combo ganador: Ahora Madrid en la capital y Podemos en la comunidad. El PP se presenta a las elecciones de Madrid sin programa, se creen que con su cara de piedra ya basta. El PSM, que lleva 20 años sin tener una sola idea,  solo se le recuerda por el tamayazo, la trama púnica y lo único que presenta  hoy es una cara, pero detrás está Tomás Gómez. En cambio, José Manuel de Podemos, es un ingeniero, un profesional, es un ciudadano que lidera un proyecto solvente, integral, innovador y democrático. Desde que Podemos presentó su programa ya nadie habla de programa, ya que ningún otro tiene una propuesta tan ambiciosa como la del banco del agua en Madrid.

Durante mucho tiempo los vampiros vivían de hacernos sentir culpables de lo que nos sucedía. Se nutrían de la resignación y el miedo. Digámoslo alto y claro: ellos son culpables de lapidar los sueños de este país, los derechos y la democracia que su gente ha conseguido con tanto esfuerzo. Ahora hemos recuperado la receta con la que se hacen los sueños. Este domingo cojamos la papeleta morada como los ajos, es nuestra estaca de madera lista para acabar con los vampiros. Este domingo vamos a sonreír como hacía mucho que no lo hacíamos. Nunca más un país sin su gente.

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