Podemos: todo por ganar

Captura de pantalla 2015-09-29 a las 1.38.04

http://www.europapress.tv/politica/283426/1/monedero-podemos-paga-carisimo-no-ser-mismo.html

Paradójicamente, el mal resultado de las elecciones catalanas no aleja a Podemos de la posibilidad de triunfo en las elecciones diciembre. Todo lo contrario. La ciudadanía ha visto en las elecciones catalanas la rara posibilidad de hacer, casi por primera vez, "Política" con su voto: ser determinante; en este caso, patear el tablero de un juego que le tiene hastiado y marcar el rumbo de la partida. El miedo sembrado por el PP ha alimentado ese deseo de acudir a la política electoral como, según se viene diciendo, quien lleva un cuchillo entre los dientes. Una parte -a determinar- de los votantes independentistas han hecho eso sabiendo que las elecciones de diciembre son las encargadas de determinar cómo se articula una nueva democracia en España. Una que incorpore la constitucionalización de los derechos sociales; la consideración de los derechos de lo común -alimento, vivienda, energía, educación, sanidad, cultura- como derechos humanos; una renta básica camino de hacerse universal; un proceso constituyente; derechos diferenciados de las mujeres; un nuevo pacto territorial que incorpore la plurinacionalidad de España; mayores cotas de autogobierno y un compromiso claro de los territorios con el Estado; derechos laborales...

Podemos ha sido la única fuerza que ha hablado a toda Catalunya (mientras que todas las demás sólo se han dirigido a un sector) y que puede decir lo mismo que ha dicho en Barcelona, en Lleida, en Tarragona, en Girona, en Viladecans, en Granollers, en Cerdanyola o en Terrassa igual que en cualquier punto de España. Mucha gente que ha votado independencia como una manera de abrir el juego -sin ser independentista- confía en que Podemos gestione de manera participativa y plural ese nuevo escenario.  Lo mismo ocurre con buena parte del voto independentista y también del voto que no quiere salirse de España pero reclama una democracia de mayor intensidad.

Para ello, Podemos tiene que aprender de las cosas que no se han hecho bien en las elecciones catalanas (muy difíciles porque, tenía razón Pablo Iglesias, son otro ámbito nacional y debiéramos ir entendiéndolo) y ponerse manos a la obra para diciembre. Eso implica saber que Podemos es un nombre que tiene que aparecer en las papeletas porque las sopas de siglas no convencen; tiene que encontrar candidatos y candidatas con implantación social que convoquen a la ciudadanía en los territorios (lo que invita a unas primarias ciudadanas que marquen nuevos candidatos que Podemos pudiera incorporar); debe hablar con claridad y sin querer agradar a todos, con la misma contundencia con la que nació (lo que no significa olvidar que es una fuerza de gobierno), apelando a esa mayoría golpeada por la crisis y por el agotamiento de la política. Debe demostrar que tiene contactos con otras fuerzas europeas, que tiene medidas urgentes y factibles para solventar las urgencias económicas y que tiene la firme voluntad de acabar con todas las formas de corrupción política (precisamente donde ha traicionado Ciudadanos pactando con el PP de la Gürtel y la Púnica en Madrid y con el PSOE de los ERE en Andalucía).

Podemos es la fuerza que paga más caro no ser ella misma. Nació para las generales y ha llegado a la recta final de su compromiso. Ahí están, a tres meses vista, esas elecciones, esperando aprender de la experiencia y sin mucho espacio para las dudas porque no hay otra alternativa en España que no signifique hurtar el impulso ciudadano que nació el 15M, continuó en Podemos  y que se expresó en Catalunya con el derecho a decidir. Tiempo de volver sobre nuestros pasos, de convocar un acto en la Universidad del Barrio hablando ahora a toda España y sabiendo que Podemos es la garantía de que nadie robe el impulso ciudadano construido en estos últimos años. De volver a contarle a la ciudadanía que somos esa gente valiente que quiere que el miedo cambie de bando, que no quiere tolerar que nos gobiernen delincuentes, que vuelve a decir alto y claro que no hay pan para tanto chorizo.

 

Posdata (siete reflexiones para compartir en silencio con los amigos)

  1. Podemos es el partido que paga más caro no ser él mismo. Se ha agotado la búsqueda de una centralidad desubicada, el querer sumar con lo viejo (que lastra a Podemos a ser un partido más), el buscar adentro lo que tenemos que buscar fuera y el no atreverse a escuchar más a la gente.
  2. El derecho a decidir es mayoritario en Catalunya. Todo está abierto después de este domingo, y quien no quiera escuchar la voz de todo un pueblo se equivoca profundamente. O aprovechamos lo que sucede en Catalunya para reinventarnos en España o los aprovechados, catalanes y del resto de España, van a pescar en este río revuelto.
  3. El PSOE y el PP siguen estrellándose y dependen de estrategias desesperadas. El PP del discurso del miedo y la ruptura de España para llegar a diciembre sin hablar de la Gürtel, la Púnica, las desigualdades y el deterioro económico. El PSOE por reinventar con Felipe González una transición por arriba que cambie algunas cosas para que no cambie nada.
  4. Crecen las opciones nuevas o renovadas sólo si su mensaje coincide con quienes son. Podemos debe volver sobre sus pasos originales o va a ser una sombra de sí misma.
  5. Dije que estas elecciones no eran tan importantes sino como análisis para las generales. Los planes están trazados y los resultados no iban a cambiarlos sustancialmente: el PP dar miedo hasta diciembre. Cs, quiere ser la UCD y pactar una salida cosmética del régimen del 78 en competencia con el PSOE (al PP ya le ha comido un buen trozo, aunque resistirá lo suficiente). El PSOE coincide con Cs y busca poner en marcha un cambio constitucional mínimo que apuntale al Rey y cierre la movilización popular de Cataluña y la movilización que nació con el 15M y continuó con Podemos en el resto de España. Convergencia, lograr un pacto fiscal para las élites catalanas y recuperar algunos de los elementos que se borraron con la caída del Estatut.
  6. Lo que queda desdibujado es lo que representa realmente el cambio. Las CUP porque se convierten en muleta de una lista dominada por sus adversarios políticos. Y Podemos porque si bien ha reforzado su posición para las generales ganándose el apoyo de mucha gente que ayer votó patear el tablero, ha dado alas a Cs y al PSOE por tres errores: (1) una sopa de siglas y un nombre de candidatura imposible que ocultaba que ahí estaba Podemos; un candidato buena gente pero sin capacidad de enamorar y sin tiempo para aclararse; la indefinición respecto de la oposición a la independencia que a veces se ha presentado como un apoyo explícito a la independencia.
  7. Ayer mucha gente votó patear el tablero pensando en que Podemos va a empezar una nueva partida en diciembre. Pero Podemos, que es la única fuerza que puede poner orden, tiene que regresar por sus propios pasos para ocupar ese espacio.