Cuando ya no hay nada más bonito

Cuando ya no hay nada más bonito

Fue ayer un día maravilloso de bulos empaquetados en periodismo profesional, de frases estúpidas enunciadas como si fueran pensamientos de Montaigne, de  pensamientos rancios perfumados con ambientador de retrete de estación de autobuses. Hoy, Albert Rivera, el líder de Ciudadanos ha tenido un día sembrado y ha sumado a la rara habilidad de decir la frase más estúpida la de enunciar el pensamiento más rancio. Todo ello, además, sin aderezarlas con ninguna cita ni de Suárez ni de Kennedy.

Luego están las Fakes news. Los bulos de siempre y las trolas de toda la vida. Cuidado que no vienen solamente del periodismo pantuflo. O sí, porque el periodismo serio, cuando se refiere a Podemos, cae en el pantuflismo con mucha mayor frecuencia que con cualquier otro tema. Aunque no se pueden olvidar los pantuflos de todos los días, el mentirosillo Inda que se autoclava las cámaras, el airado Losantos que hiperventila con el oro de Moscú o el bendecido Herrera, que recibe de la Iglesia más pasta que Caritas.

Resulta que el PSOE de Sánchez había pactado con Unidos Podemos una serie de puntos para un nuevo decreto ley sobre alquileres. El PSOE incorpora alguno de esos elementos, pero deja fuera el que era más importante para la formación morada: poner freno a la subida abusiva de los alquileres. Coincidiendo con la patronal del ramo y los fondos buitres, el PSOE ha decidido deja fuera del decreto esa medida. Y Unidos Podemos le ha dicho que no puede aprobarlo porque falta lo más importante de ese pacto acordado entre damas y caballeros. Entonces entra en funcionamiento la máquina del fango y los titulares empiezan a echar fuego contra la coherencia de Podemos:

Y va entonces y dice la cadena Ser:

Cuando ya no hay nada más bonito

Para qué explicar más. Si los buitres tienen capacidad en España de dictar titulares a la cadena SER, qué no harán con otros medios.

Por si el susto no bastara, Rivera, que hoy ha tenido un día de esos especiales, ha preguntado con voz de cuento nocturno: "¿Hay algo más bonito que concebir un hijo para otra mujer?" Como es sabido, desde niñas, las mujeres piden en sus cartas a los Reyes Magos convertirse en vientres de alquiler cuanto antes dios lo decida. Se cuentan por decenas de miles los casos de mujeres de clase alta que han hecho de vientres de alquiler para mujeres pobres que viven en las periferias pobres lejos de donde tienen ellas sus mansiones. Porque es tan bonito gestar un hijo y dárselo a otra mujer que andan las granjas de vientres de alquiler, de esas que hay en la India y en Bielorusia, llenas de mujeres con cuentas millonarias, con doctorados en universidades extranjera, con estirpes de ascendientes y descendientes de dientes perfectos y casa de verano en la costa. ¿Puede haber cosa más bonita?

Como le debe haber parecido poco, también ha lanzado a la posteridad otra frase de calendario: "¿Si hay derecho para interrumpir el embarazo, por qué no lo tenemos para poder concebir a un hijo para otra mujer?" No descarto que, ya en racha, haya dicho: ¿Hay algo más bonito que trabajar ocho horas y entregarle el dinero a tu patroncito? ¿Hay nada tan hermoso como conducir una bicicbleta y que se quede la plataforma el 30%? ¿Acaso se puede imaginar mayor felicidad que ser negro e ir a Disneylandia o saltar una valla con concertinas o vivir esa experiencia irrepetible de cruzar el mar en patera?

Pues ese es el nivel de nuestros políticos y de nuestros medios. Y aún no ha arrancado el gobierno de Andalucía.