Las carga el diablo

La "podemización" del Gobierno, según Bendodo

El coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo. -Joaquin Corchero / Europa Press
El coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo. -Joaquin Corchero / Europa Press

Tanto el discurso como la base ideológica de Unidas Podemos, que desde enero de 2020 forma parte del Gobierno de coalición, contienen una solidez de la que carecen formaciones como Ciudadanos o Vox, nacidas para ayudar a cortarle el paso a un planteamiento político de verdadera izquierda y evitar que germinara un proyecto como el que Podemos puso en marcha en 2014. No lo han conseguido.

Los casi tres años de este Gobierno de coalición están siendo los más fructíferos de un ejecutivo español en mucho tiempo, tanto en producción legislativa como en capacidad de capear temporales adversos inéditos; lograron además superar los desacuerdos entre socios (que han sido muchos y muy serios) sin romper la baraja, y han respondido con hechos y decisiones firmes a las invectivas de una derecha que no acaba de encontrar su sitio tras quedar estigmatizada por tanto escandaloso episodio de corrupción heredado, y aún con juicios pendientes.

Elías Bendodo, el fichaje estrella de Núñez Feijoó, anda por esos mundos intentando desacreditar al Gobierno de coalición con un argumento tan infantil como manido: afirma el coordinador general del Partido Popular que el ejecutivo de Coalición se ha "podemizado", y cuando utiliza el término lo hace transmitiendo un aire entre la descalificación y el desprecio. Él ya no les llama perroflautas pero debe seguir pensando que huelen mal.

Podemos caca, Podemos lo peor, Podemos comunistas, Podemos guarros... ¿Cómo puede un partido tan "decente" como el PSOE –deben pensar Bendodo y compañía-, con el que siempre nos hemos entendido tan bien, haberse aliado con tamaños zarrapastrosos? No se bajan del burro. Piensan que demonizando así a Unidas Podemos desacreditan al Gobierno de coalición. Pues parece que no lo consiguen, por mucho que el sector socialista se empeñe en marear la perdiz en asuntos tan importantes y urgentes de resolver como la legislación sobre vivienda o la ley mordaza.

La primera "podemizada", según el esquema mental de Bendodo, podría ser Nadia Calviño, a juzgar por el contenido de su aplaudida actuación el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, cuando consiguió su minuto de gloria más sonado al asumir como propios muchos de los avances sociales a los que en su día la vicepresidenta primera iba poniendo pegas a medida que los proponían sus socios de Unidas Podemos.

Hasta el ciudadano más ignorante, hasta el más colonizado ideológicamente, hasta el más arteramente manipulado empieza a constatar que algo no encaja entre las críticas de PP y Vox al Gobierno de los "podemitas" y lo que se percibe en la vida diaria, donde suben las pensiones y el salario mínimo, los jóvenes firman contratos indefinidos, se bonifican los transportes y se le suben los impuestos a los ricos mientras estos patalean y maldicen el momento en que Podemos dejó de ser solo una idea y comenzó a empujar desde el ejecutivo para que quienes siempre han hecho lo que les ha dado la gana en este país lo tengan cada día un poco difícil.

Hasta el más despistado empieza a percibir que les engañan quienes les venden que Unidas Podemos y su capacidad de presionar desde dentro del Gobierno (que tampoco es tanta) son los causantes de todos sus males. El apocalipsis inminente que tanto tiempo llevan anunciando los agoreros de la derecha y la ultraderecha no acaba de llegar, no les han valido los bulos, ni los acosos, ni la persecución de los jueces, ni la búsqueda sistemática del descrédito, ni siquiera el ninguneo. Ha costado que la ciudadanía media dedujera que tanto ensañamiento no era normal. Han intentado ensuciar de tal manera que puede que al final acaben consiguiendo el efecto contrario.

Desesperados porque ven pasar los días y la catástrofe que ellos tanto desean no llega, ansiosos porque las elecciones se acercan y la coalición gubernamental no solo ha aguantado contra viento y marea, sino que ha sido capaz de ponerse de acuerdo para presentar en el Congreso sus terceros presupuestos anuales consecutivos, al PP solo se le ocurre proclamar que Pedro Sánchez se "podemiza". Ya no hablan tanto de gobierno Frankenstein, coalición imposible o gobierno ilegítimo, pero ahí siguen erre que erre.

Bendodo y sus gaiteros hacen hincapié en las discrepancias internas entre lo que significa el proyecto Sumar y lo que en estos momentos es Podemos, ignorando que llevan juntos casi tres años sorteando en el Gobierno de coalición adversidades y contratiempos que nadie hubiera imaginado cuando comenzó la legislatura: una pandemia global, la erupción de un volcán, una guerra de incierto desenlace... Y todavía les queda un año largo.

J.T.

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