Las carga el diablo

“¿Cómo se llama el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid?”

El secretario general del PSOE Madrid y portavoz del PSOE en la Asamblea, Juan Lobato, interviene en una sesión plenaria, en la cámara autonómica. E.P./Alberto Ortega
El secretario general del PSOE Madrid y portavoz del PSOE en la Asamblea, Juan Lobato, interviene en una sesión plenaria, en la cámara autonómica. E.P./Alberto Ortega

Se me ocurrió el jueves pasado lanzar esta pregunta en mi perfil de twitter y se lió. Se lió tanto que decenas de propietarios de añejas orejeras sectarias me han dado este artículo prácticamente hecho.

Verán: decidí formular esta cuestión con la idea de remover un poco las aguas de la izquierda, puse el foco en Juan Lobato porque mucho me temo que es la cuarta víctima en poco más de un año que el PSOE va a echar a los leones. Colocar este asunto sobre la mesa, pensaba yo, podía ayudarnos a reflexionar porque, que a los socialistas les vaya mal elección tras elección está visto que a quien acaba beneficiando es a unas derechas y ultraderechas cada vez más canallas y desprejuiciadas.

No soy demasiado partidario de las encuestas a salto de mata, de hecho me parece abominable esa costumbre que tienen las teles de mandar un equipo al centro de las ciudades a preguntar, armados de micro, cualquier cosa a la primera persona con la que tropiezan. Pero aún así, reconozco que poner el oído en los bares, en los ambientes familiares, sociales o laborales donde nos movemos a diario ayuda a hacerse una idea de por dónde van los tiros de lo que piensa la ciudadanía media.

Antes de trasladar a Twitter la pregunta, en las últimas semanas lo había ensayado en los distintos entornos en que me muevo. Se la hice, entre otros muchos, a un alto cargo sindical andaluz, a un profesor de historia en la Autónoma de Barcelona, a algunos miembros de mi familia, a ciertos amigos leídos y cultos... Nadie sabía quién era Juan Lobato, ni mucho menos que se trataba del portavoz socialista en la autonomía madrileña. Me pareció grave y fue entonces cuando decidí continuar con la experiencia en redes.

Pero no, según los socialistas la responsabilidad de que Ayuso les esté comiendo la tostada es de todos menos de ellos, la culpa la tiene esa maldita prensa que ignora lo que el pobre Lobato cuenta en Telemadrid o en las desconexiones locales de esos medios que no le proporcionan el mismo espacio que le que conceden a las burradas que Ayuso va soltando por las esquinas cada día. Pues tendréis que espabilar aunque eso sea verdad ¿no os parece? Os equivocasteis con Gabilondo en Madrid, con Espadas en Andalucía y con Tudanca en Castilla y León, y cuando se os hace ver que Lobato va por el mismo camino... ¿la emprendéis contra el mensajero? La repercusión mediática de las declaraciones que uno hace hay que ganársela con frases cortas y contundentes, yendo a la yugular como ellos, no se puede ser tan soso por mucho contenido que tenga lo que se dice ni por muy competente que sea el trabajo que se hace.

Es verdad que el Partido Popular cuenta con medios afines a los que inunda de millones y le hacen la ola sin pudor alguno, pero es que tiene también hasta Televisión Española a sus pies atentando cada día contra la pluralidad exigible a un medio público ¿qué pasa ahí? ¿también es culpa de todos menos vuestra? ¿pensáis continuar yendo de derrota en derrota hasta el desastre final? El victimismo, conviene no olvidarlo, es el mejor pasaporte para el fracaso definitivo.

Que el PSOE tire la toalla de la manera en que lo está haciendo es la peor noticia para las izquierdas en este país. Están intentando por otra parte alentar una izquierda a su izquierda mansa y debilitada y al hacer eso juegan con fuego, recuerdan el famoso chiste del gitano al que le permiten pedir lo que quiera con la condición de darle el doble a un guardia civil: ¡que me saquen un ojo!, respondió el gitano sin dudarlo. Es decir, con tal de borrar del mapa a Podemos, no me importa ir perdiendo elecciones en una Comunidad Autónoma tras otra.

El eterno suelo electoral del PSOE baja cada año que pasa. Se les van muriendo los incondicionales y no consiguen seducir a las generaciones jóvenes, a las que no les gusta nada los guiños a la derecha que descubren en un partido que asegura ser de izquierdas. En cuanto a los sindicatos, que tendrían que estar empujando sin dar tregua, tampoco acaban de espabilar todo lo que sería deseable. A ver este otoño. Sin unas calles calientes los próximos meses, el PP y las ayusadas continuarán copando primeras páginas con ataques sin descanso a un Gobierno de coalición que, en materia de repercusión mediática, parece estar en Babia.

Preguntar por quién conoce a Juan Lobato del que, no me cabe duda, hace su trabajo lo mejor que puede y sabe, creo que puede ayudar a reflexionar sobre el escaso predicamento público de un PSOE en horas bajas cuyo aparato sigue sin asumir que los tiempos han cambiado y hay que emplear, mucho mejor, todas las armas que ya usa el adversario si se aspira a ganarle la partida por la izquierda. Porque estamos hablando de un partido de izquierdas ¿O no?

J.T.

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