Corazón de Olivetti

Dieta Dukan para el sector público

 

Si suprimimos las diputaciones, ahorraremos chiquicientos millones de euros, truenan los gurús del tijeretazo. Y si suprimimos los ayuntamientos, ni te digo. Lo suyo sería privatizar la democracia y contratar un equipo de gerentes en vez de diputados, gobiernos y otras zarandajas. Montamos un concurso entre tres empresas y que gane la puja más baja. Cerramos los centros de salud y colocamos un botiquín en sus instalaciones. Los colegios que no sean de pago serán atendidos por voluntarios de las ONGs.

La libertad es cara y Europa también, pero estamos corriendo el riesgo de abaratar la vida y que no haya quien reparta el correo ni arregle un bache. Ignoro qué ganaremos en España con el ERE de las diputaciones pero a ver quién es el guapo que paga los 50.000 despidos de sus funcionarios y empleados, ¿o si no vamos a despedirles en dónde está el ahorro?

Menos funcionarios, truenan mercados y patronales. Pero lo que están reclamando es que el sector público haga la dieta Dukan y adelgace más que Santiago Segura cuando el papel lo exije. Hasta 2008 y respecto a los países de nuestro entorno, gastamos 2.600 euros menos por habitante en el sostén de nuestra burocracia, que no sólo es burocracia. Hasta entonces, España era el país de los 15 que menos gastaba en salarios públicos. ¿No sería mejor que nos ajustáramos el cinturón en otros gastos? Suprimamos la creciente inversión en recortes presupuestarios y aumentemos en cambio el índice de ingenio para ver cómo escapamos a la recesión que seguramente nos aguarde cualquier día de estos en la Bolsa. Por cierto, ¿por qué no nos cargamos los parqués?

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