Corazón de Olivetti

Paisaje tras la visita de un Papa

La Cibeles mea agua bendita y seguro que el sobrante de los caterings será llevado a Somalia. Los ateos sacarán pecho porque el que tiene la franquicia de Dios en la tierra les ha dicho que a menudo se comportan como dioses. ¿Qué vamos a hacer sin Su Santidad condenando el aborto y amnistiando a las abortistas, o acusando al gay que lleva desde niño cuidando el camarín de la Virgen de su pueblo? Los carlistas al grito de Viva Cristo Rey zurraban a los parroquianos de San Carlos Boromeo, que buscaban al Cristo de los panes y peces.

Sin noticias en verano, el masivo botellón eucarístico de los últimos días ha dado más titulares que un tsunami. Caían las Bolsas pero se refocilaba el espíritu, los perroflautas del 15 M se cruzaban con Sor Citröen y Rouco levitaba como si le hubiera vestido John Galliano.

El Papa predicó límites para la ciencia. Alguien habría tenido que limitar sus ocurrencias y decirle que al acusarnos de hedonistas, tal vez se refería al ocio de nuestros cinco millones de parados. ¿Qué querría decir el vicepresidente Ramón Jauregui con eso de que somos un país de laicismo positivo? ¿Que somos aconfesionales pero poquito, o que mantenemos a José Bono, un concordato con la Santa Madre, una casilla específica en el IRPF y una enseñanza concertada y mediopensionista? Quizá se refería a la reforma del Valle de los Caídos. Cuelgamuros quedará precioso con la cruz tuneada por cualquier artista pop. Igual el Sumo Pontífice ha logrado convencer al PSOE de que si ha perdido la confianza de la izquierda, lo mismo recobra, con tantas genuflexiones, la fe de la derecha. Eso sí que sería un milagro laico y positivo.

Más Noticias