Juegos sin reglas

Ante el décimo aniversario del 15-M: la dignidad rebelde

Flaviano Casas Martínez

Flaviano Casas Martínez

Ante el décimo aniversario del 15-M: la dignidad rebelde
Manifestantes acudieron a Sol el pasado 15 de mayo, cuando se cumplieron diez años del inicio del movimiento 15M.- EFE

El "Régimen del 78" nació de un cónclave apañado, en el momento oportuno, para "estabilizar a los españoles", bajo el acuerdo tácito de perpetuar la monarquía, y permitir que las viejas camisas disfrazadas continuaran en el poder. El movimiento 15-M nació con la fuerza de la Primavera. ¡Rebelaos!, lo dice todo, frente a una democracia farsante que aplastó con brutalidad la construcción de una nueva soberanía popular. "Lo llaman democracia y no lo es", fue uno de los lemas, dirigido al "acordado" bipartidismo mono-bloque, defensor a ultranza de los poderes fácticos.

Los recientes hechos electorales en Madrid nos demuestran que el 15-M no cabe en una democracia prostituida e impuesta. Un rey corrupto y fugitivo no puede ostentar la soberanía del pueblo; generales del Ejército proclamaron con todo el descaro que hay que fusilar a 26 millones de españoles..., y finalmente, elecciones madrileñas en las que se envían cartas "democráticas" con olor a pólvora, o sea, con balas cargadas de odio, (lo más odioso del odio es su inutilidad), preludio del fascismo.

"Basta ya", proclamó el 15-M en barrios y plazas, exigiendo justicia: germen y semilla de la "Revolución Social Integral". La sociedad civil se incrustó en el 15-M con la firme esperanza de transformar en las luchas pacíficas sus justas demandas sociales. Rechazó la economía capitalista, la deshumanización del Régimen y el asistencialismo del Estado: la "sopa boba" del paro institucionalizado y la precariedad. La presencia masiva de gentes en las calles y plazas proponía un cambio de Modelo: el Cooperativista y la Autogestión, frente al sistema bancario-capitalista. Se abordó el problema crucial de los embargos, desahucios y desalojos. "Casas sin gente, gente sin casa", mientras las constructoras, los bancos, junto a políticos corruptos, hipotecaban los bienes y la vida de millones de familias arrojadas a la miseria.

El Bien Común anidó en las mentes de la colectividad, con perspectiva en el modelo público de salud cooperativa, traducido en la acción social participativa, y basado en la persona como sujeto y en la salud como derecho fundamental. La enseñanza afloró especialmente en las asambleas del 15-M: escuelas públicas y de calidad, reforma profunda de la Universidad, apoyo social y económico a la investigación, deslinde entre la enseñanza privada y la concertada, inversión pública en métodos pedagógicos destacados, con evaluación continua y de formación integral, como la enseñanza Montessori, el método activo Pestalozzi, la pedagogía libertaria, la educación popular..., para preservar la enseñanza como un derecho imprescindible e inalienable.

Medios de comunicación libres para blindarnos de la desinformación, la manipulación y el engaño. Defensa de la Tierra, de la Naturaleza en su conjunto, de la Paz como puente entre los pueblos, y de la Vida como bien supremo. No más dinero público para las empresas contaminantes, ni para los sectores que envenenan el aire, el agua..., saturando los suelos de agro-tóxicos, en claro desafío a la salud, al medio ambiente y a la soberanía alimentaria. Desobediencia civil, insumisión fiscal, "No pagarem el seu deute". Banco Público y Cooperativas de Crédito, basadas en la autogestión financiera, Reforma Agraria, Banco de Tierras, producción natural (ecológica), economía comunitaria, y Pueblos Vivos en la España Vaciada.

La Rebelión del 15-M multiplicó propuestas fundamentadas y ratificadas en las asambleas de calles, corros y plazas, apostando por la Democracia Inclusiva como forma natural de organización política y social. Bajo el lema: "Yo viví el 15-M ", por el que se iluminaron las mentes y ardieron los corazones, se perpetúa aún la esperanza de los pueblos en lucha permanente contra un régimen corrupto, caduco, partitocrático, de afianzada cleptocracia, pareja al sistema monárquico.

Palpita en el recuerdo el ardor de los "Yayoflautas", (entre los que me encuentro), que ahora luchamos tenazmente por el mantenimiento y permanencia de Pensiones Públicas Dignas, el brío de las mujeres en la lucha por sus derechos, la nostalgia, la rabia y la pena por la emigración obligada de los jóvenes..., y por el talento perdido de tantos cerebros que prestan la ciencia y el saber, a países foráneos.

El 15-M nació para abrir nuevos surcos y sembrar fecundos despertares. Intelectuales, artistas, cantautores, músicos de la calle..., junto al pueblo, rompieron sus gargantas al unísono: "De Norte a Sur,/ de Este a Oeste,/ la lucha sigue,/ cueste lo que cueste".

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