Quien cree estar de vuelta de todo es que nunca ha ido a ninguna parte

Una perspectiva sobre relativismos y absolutismos

En estos días del final del verano
a uno se le ocurren pensamientos tontos.

Catón el Viejo (234aC-149aC) hablaba y no paraba contra la penetración de los valores helenizantes en la cultura romana tradicional.
Catón el Viejo (234 aC - 149 aC) hablaba y no paraba contra la penetración de los valores helenizantes en la cultura romana tradicional.

En mil o dos mil años
no quedará casi ninguno de los valores del presente
como ahora mismo no queda casi ninguno
de los valores que se consideraban muy importantes
cuando César conquistó la Galia.
(¿Cuándo fue la última vez que oíste a alguien quejarse de que los jóvenes ya no respetan la mos maiorum o los derechos de los propietarios de esclavos?)
En dos o tres mil años
no quedará casi ninguna de las creencias del presente
como ahora mismo no queda casi ninguna
de las creencias que se consideraban muy importantes
cuando la dinastía Zhou depuso a la dinastía Shang.
(¿Cuándo fue la última vez que diste un óbolo para Asherah, Enlil, Bastet o destinado al culto de la Luna y el Sol?)
En tres o cuatro mil años
no quedará ninguna de las naciones del presente
como ahora mismo no queda casi ninguna (¿ninguna?)
de las naciones que se consideraban importantes
cuando los elamitas destruyeron Ur.
En cuatro o cinco mil años
no quedará casi nada de lo que hoy consideramos importante
como ahora mismo no queda casi nada
de las cosas que se consideraban importantes
cuando Narmer unificó el Alto y el Bajo Egipto.
La referencia más antigua que se conserva de un dios llamado Yahvéh (YHWH) es esta estela moabita del rey Mesha (aprox. 840 aC). Museo del Louvre, París (Sección de Antigüedades Orientales, pieza AO 5066) (Clic para ampliar)
La referencia más antigua que se conserva de un dios llamado Yahvéh (YHWH) es esta estela moabita del rey Mesha (aprox. 840 aC). Museo del Louvre, París (Sección de Antigüedades Orientales, pieza AO 5066) (Clic para ampliar)

(En la batalla de Uruk, ¿tú ibas con Sargón el Grande o eras más de los sumerios?)
Y eso es bueno. Lo que quede
será seguramente en lugares donde no merezca la pena vivir,
pudrideros míseros y atrasados
equivalentes a los peores agujeros del Tercer Mundo presente
si es que aún tenemos sitios así.
Añade otros mil o dos mil años más si quieres
(o menos, pues el progreso hace que las sociedades se recombinen y transformen cada vez más deprisa)
pero casi todo aquello por lo que la gente
vive, muere y mata hoy
serán notas a pie de página
o lo que usen entonces
para los historiadores del año diez mil.
(¿Quién se acuerda de Çatalhöyük?)
Lo único que pervivirá mientras haya humanos
son nuestras emociones más elementales, nuestra naturaleza
y la herencia del conocimiento
que leguemos a las generaciones futuras.
Pitágoras de Samos, Demócrito de Abdera, Kidinnu el Caldeo,
los ingenieros y científicos del mecanismo de Anticitera, los astrónomos del MUL.APIN
y el genio desconocido que se puso a contar con los dedos una vez
siguen teniendo tanta razón hoy,
su obra continúa siendo tan cierta y tan válida
como la noche en que tuvieron aquella ocurrencia genial.
El hueso de Lebombo, con unos 35.000 años de antigüedad, encontrado en la actual Suazilandia (cueva Border, cordillera Lebombo). Sus 29 marcas, similares a las encontradas en otros lugares más tardíos, podrían corresponderse con un calendario lunar. En ese caso, se trataría del artilugio científico más antiguo de la Humanidad.
El hueso de Lebombo, con unos 35.000 años de antigüedad, encontrado en la actual Suazilandia (cueva Border, cordillera Lebombo). Sus 29 marcas, similares a las encontradas en otros lugares más tardíos, podrían corresponderse con un calendario lunar. En ese caso, se trataría del artilugio científico más antiguo de la Humanidad.

Y ni siquiera eso es realmente para siempre
(al menos, en su formato actual).
Algún día la humanidad desaparecerá
o se transformará en otra cosa
que quizá mire nuestros huesos viejos y rotos
como nosotros miramos ahora los del neandertal.
O, quizá, no.