2 enero 20091 junio 2009

¡Cha, chaaaaan! ¡Ya está aquí! ¡LLegó! ¡Lo tenemos! No me refiero al año nuevo; hablo del décimo del niño, que el de la lotería no nos sirvió "pa na" y no me miren así –que a través de la foto les veo–. Es que de

la Navidad sólo queda lo de los camellos; así que, más nos vale irnos ilusionando con más cosas porque el 2009, malo hasta según Solbes, acaba de llegar.  

Así que en lugar de propósitos de año nuevo, voy a hacer pronósticos de año bueno; que falta nos hacen para empezarlo que, para acabarlo, ZP ya ha dicho no sé qué de tocar. ¡Ah, sí!: que "tocaremos con las manos la recuperación económica". Yo preferiría tocarla ya con un buen crédito –que hay que ver lo que cuesta que llegue el líquido y no hablo sólo de que me rellenen la copa de champán–.Pero en fin, empecemos: buenpronostico que el  plan de financiación autonómica llega a buen puerto y contenta hasta a Montoro. No me llamen ilusa; que hay quien dice que el dinero es todopoderoso –ya vieron a Espe– y ZP tiene mucho que dar. Y, además, ese pastizal, sumado a los 8000 millones para los ayuntamientos, puede crear empleo y hacer que la pasta vuelva a circular.También veo al PP, por fin, firmando su paz. Lo mismo ganan alguna de las tres elecciones que nos esperan –es que Mariano me da penita y viendo a los posibles sucesores pienso: ¡Virgencita, Virgencita, que se queden como están! – .Para la nueva dirección de Izquierda Unida, unas  raciones dobles de tila; porque llegar amenazando con huelga general, cuando es la economía mundial entera la que se ha puesto en huelga, es llegar pisando fuerte pero no sé si aporta algo a lo difícil que lo tenemos los trabajadores ya. Y, para acabar a lo grande, lo mejor que se puede pronosticar: el fin de ETA –que, como no soy el presidente, tengo derecho a soñar en voz alta–.