La preguntadora

Voces disidentes en el PSOE ante la campaña electoralista sobre Venezuela

Esta semana PP, PSOE, PNV, CIU y UPyD han aprobado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que reprueban a presidente venezolano, Nicolás Maduro, por la detención de sus opositores y le exigen su liberación inmediata. Sin embargo, algunos miembros de estos partidos son capaces de reconocer el oportunismo de ésta y otras iniciativas.

Por ejemplo, Ximo Puig (candidato del PSOE a presidir la Generalitat Valenciana): "Yo creo sinceramente que no hay que poner el foco en ningún país concreto. Creo que hay que hacer una defensa de las libertades en todos los países del mundo y no se puede hacer coyunturalismo en esto. Felipe González tiene derecho y el respaldo para defender la libertad en cualquier país y me parece bien, pero yo creo que no hay que focalizar sólo en Venezuela esta cuestión".

Más claro, agua. En el PSOE hay disidentes en el discurso antivenezolano. Que no es que no lo vean es que son conscientes de que es electoralista en estos momentos.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, que votó a favor de aquella proposición no de ley, fue aún más lejos: "Estoy seguro de que todos estos pasos, hace medio año o hace un año –porque no había elecciones– pues no se hubieran dado."

Los partidos que no votaron a favor van más allá del oportunismo. José Luis Centella, portavoz de Izquierda Plural: "No, no es oportunismo. Son intereses superiores. Felipe González manda mucho y quien manda, manda. Y el PP: ya estuvieron algunos de sus dirigentes con el golpe de Estado contra el presidente democrático Hugo Chávez. Más de lo mismo".

Hace unas semanas, en la presentación del libro de José Bono, pregunté a Felipe González por qué ahora, si López lleva un año preso. Después de un silencio, contestó: "Porque me lo ha pedido la familia, es una respuesta muy sencilla".

Tratando de justificar esta contestación tan simple –para que no sea simplona– me pregunto si es que quizá ningún familiar de ningún preso político ha acudido nunca a nuestro expresidente socialista más histórico e internacional, buscando su ayuda. Si es así, con la misma sencillez, desde aquí, animo a todos los familiares de presos políticos del mundo a que acudan a este buen samaritano que responderá por todos los demócratas injustamente encarcelados.

Lo más curioso de su declaración es que la hacía a poco de retratarse muy sonriente junto a José Bono, exministro de Defensa de esta España nuestra que, gobernando los socialistas, también tuvo unas excelentes relaciones con Hugo Chávez porque entonces el precio del petróleo hacía a su Gobierno millonario y, por lo tanto, menos malvado.

No cuela, presidente. Con todos mis respetos, no cuela. Ni siquiera cuela para los suyos.

 

 

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