Luna Miguel

Cinquillo

Cinquillo

Aquí me tenéis, frente a un papel ilegible con unos asuntos nada prácticos que me tengo que aprender de memoria. Afortunadamente el curso acaba y con él el sufrimiento boloñés. Ya no más trabajos de millones de páginas ni prácticas pesadas. Esas mismas que según el programa de estudios supondrían más de la mitad de la nota pero que... ¿cómo se van a puntuar el profesor no las corrige? ¿Cómo las va a corregir si apenas tiene tiempo? ¿Si los cuatrimestres duran dos meses y medio? ¿Si los trabajos de más de cien alumnos se van acumulando? ¿Si de lo que Bolonia presumía era de que las clases contarían como mucho con treinta y seis alumnos?

Y luego están los estudiantes del Grado de Humanidades de la Carlos III, en huelga de exámenes por esa injusta reducción del horario lectivo (en cada asignatura de 3º y 4º a 120 minutos semanales, es decir, la mitad de los impartidos en la Licenciatura) que el equipo rectoral pretende realizar. Esto es, carreras formato Mp3.

Es cierto que este discurso anti-Bolonia se ha repetido aquí tantas veces como manifestaciones y huelgas ha habido. Pero a mí no me interesa criticar el plan en sí, sino cómo se está aplicando. De qué manera desastrosa para nosotros, los que estos días estamos con la cabeza baja y los codos grises, esos ninis en potencia, los mismos que llevaremos el país a pique (dicen) por nuestra falta de cultura. No se le puede dar a la sociedad lo que esta espera de nosotros, si a nosotros se nos da una educación comprimida en Zip. Si desde el principio matan nuestra poca voluntad con papeles como este. Ilegibles y útiles sólo para sacar el 5.

Más Noticias